Foto: Robert Deaves/Finn Class
Andan vientos revueltos en el mundo del Finn después que la World Sailing (Federación Internacional de Vela) se esté planteando la sustitución de esta clase histórica de cara a los Juegos de Paris 2024.
Se trata de una clase única, no solo por ser la más longeva en el panorama olímpico -lo es desde el año 1952 en Helsinki-, sino por el hecho que hoy por hoy es la única en la que regatistas con unas características físicas muy concretas, en cuanto a peso y altura, pueden estar.
La World Sailing es la que tiene que tomar la decisión final, pero aquí quienes acabarán votando son los representantes de las distintas federaciones, entre ellas está la española, que parece que está dispuesta a finiquitar al Finn olímpico en un momento en el que hay una de las canteras más importantes de la historia.
Como acostumbra a ser habitual desde la época de los presidentes Gerardo Pombo, José Ángel Rodríguez y ahora Julia Casanueva, internacionalmente se anda no solo despistados, sino que parece que estemos dispuestos a aniquilarlos a nosotros mismos. Solo hay que recordar que la Real Federación Española de Vela (RFEV) apunto estuvo de cargarse el windsurf después de Londres 2012 y con una medalla olímpica recién conseguida por Marina Alabau. No tropecemos de nuevo con la misma piedra.
España ha conseguido dos oros –José Luis Doreste y José María van der Ploeg- y una plata –Rafa Trujillo-, en Juegos Olímpicos. Es una clase que, aunque en Río 2016 no tuvimos representación, tiene una buena cantera y el futuro asegurado con regatistas como Alex Muscat, Pablo Guitián o Víctor Gorostegui y los jóvenes sub23 que llegan apretando fuerte caso de Joan Cardona, los hermanos David y Carlos Ordóñez, Andrés Iván Lloret, Miguel Ángel Cabrerizo y Álvaro Sobral; que son el futuro de cara al 2024, y que no sería de recibo que la propia RFEV les acabara cortando la progresión.
Confiemos que quienes tengan que tomar la decisión no rompan con las ilusiones de una generación de regatistas que está trabajando y luchando muy duro para estar el París.
Hace dos años el Europeo fue en Barcelona, estos días está siendo en Cádiz y dentro de dos meses el Mundial de Finn Master se celebrará en El Balís; con lo que no se comprende que la RFEV quiera darle la espalda a esta clase tan importante para la vela española
Que Julia Casanueva tome note de ello y que no deje tirados a estos regatistas que se temen por su futuro. De ella depende en el voto de español.
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Jaume, Si tan sencillo te parece: cual es tu propuesta? Quitar el Laser Standard?
Si no puede haber mas eventos masculinos que femeninos… que propones?… porque las federaciones tendran que votar… Tu que harías? Me gustaria conocer que alternativas hay… si es que las hay…
Buenos días Mariano, precisamente a mí no me parece nada sencillo. Yo no digo quitar el Laser Standard, solo reflexiono en que si finalmente quitan el Finn, estos chavales que miden más de 1’80 y pesan 100 kilos no va a tener ningún barco olímpico para navegar, ya que primero quitaron el Star y ahora quieren hacerlo con el Finn. Pero si las federaciones solo quieren que naveguen en vela olímpica chavales de un rango entre 1,60 y 1,80 de altura y entre 60 y 70 kilos, pues sí que quiten el Finn, claro.