Una vez Team New Zealand es el nuevo ganador de la Copa América, muchas son las preguntas que se hace el mundo de la vela para saber cuál será el rumbo que tomará la defensa del trofeo deportivo más antiguo. Si ganaba Oracle Team USA, éste ya había firmado un protocolo de intenciones con todos los desafíos participantes en la 35 edición menos los kiwis que consensuaron continuar en la misma línea de competición y barcos.
Pero ganó el único que no quiso pasar por la senda marcada por los americanos, y a partir de ahora, Grant Dalton probablemente tenga en mente una Copa América más tradicional. Además el Challenger of Record que ha elegido ha sido Luna Rossa de Patrizio Bertelli.
Y sí, aunque el Challenger of Record es en la teoría el primer desafío que se inscribe para retar al nuevo Defender, desde el esperpento del Club Náutico Español de Vela, el primer retador ya tiene pactado de antemano con el ganador una serie de prebendas. Lo hizo primero Mascalzone Latino para la 34 y luego con el Hamilton Island Yacht Club para la 35, con quienes firmó sendos Protocolos, pero luego tanto Vincenzo Onorato como Bob Oatley, se rajaron.
Aunque el Defender es el que marca el guión, lo tiene que firmar y corroborar el Challenger of Record, y desde septiembre ya tenía apalabrado con Bertelli que si ellos ganaban, el primer retador sería el desafío italiano, entre otras cosas por ser también uno de los que más desavenencias ha tenido históricamente con Oracle y además se habla entre pantalanes que el propio Bertelli ha sido uno de los que ha podido ayudar financieramente a Team New Zealand y estuvo en Bermuda siguiendo las evoluciones de esta Copa América, a bordo de un barco del equipo kiwi.
Es decir que todo está en el aire, y sobre todo saber cuál será el tipo de barco con el que se competirá. Muy probablemente desaparezca el modelo de catamarán volador y se vuelva al monocasco, de unos 70 pies, con foils y quilla basculante que pueda llegar a los 30 nudos de velocidad en popas.
Veremos qué es lo que ocurre en las próximas horas, días y meses; pero todo apunta que la Copa América dejará de ser un mercadeo donde se subaste entre otras cosas la sede. No tengo ninguna duda que ésta será Auckland, a partir de ahí, los neozelandeses la prepararán a conciencia y seguro que con bastante secretismo y la discreción que les caracteriza, después todo lo que les ha costado recuperarla.