La Christmas Race ha llegado este año a su 44 edición con un nivel de participación considerable, de esto no hay ninguna duda. Después del Trofeo Princesa Sofía es la regata de vela olímpica y ligera con mayor competitividad, ya no solo en cuanto a la cantidad sino también a la calidad. A los hecho me remito, y ahí está el hecho que las federaciones que sí apuestan por sus equipos para preparar y curtir a regatistas no fallan.
Este año han sido cerca de 300 embarcaciones de 27 países, algunos llegado desde Hong Kong, Taipei, Islas Caimán o Irán. Ciertamente son países exóticos, pero si van a la Christmas Race no es porque sea una regata menor. Evidentemente no fallan países como Gran Bretaña, Francia o Italia. Sin ir más lejos se ha visto por Palamós como entrenadores a un tal Diego Negri o a otro tal Peer Moberg, que precisamente no son dos desconocidos, bueno, para algunos directivos de la española sí lo serán y por eso les aconsejo que vayan a la Wikipedia para saber de quien estamos hablando.
Pero volviendo al núcleo de la cuestión. Entiendo que hay clases como el Nacra 17, el 49er o el FX que no están actualmente en el programa de la Christmas Race o el Finn, con el que le coincidía en fechas con la Finn Gold Cup y que evidentemente no iban a estar, pero mi pregunta está en ¿dónde estaban los Laser Standard y los 470 españoles? Porque los Radiales sí estuvo el equipo al completo y habitualmente son regatistas que sabiendo el nivel que hay en la Christmas no acostumbran a fallar.
Los Laser Standard, que hicieron la Semana Canaria, lo que me parece estupendo, pero prefirieron no ir a Palamós, no sea que se encontraran con tres guiris que están en el top 20 mundial y les ganaran. Como van tan sobrados de regatas de cara a Tokio 2020 no hace falta seguir creciendo y echándole horas junto a una flota de 70 embarcaciones. Mejor entrenamiento que la Christmas no es posible en el mes de diciembre.
¿Y dónde estaban los 470? Las chicas entrenando en Lanzarote, donde me parece un lugar excepcional, pero habiendo una regata en ‘casa’ lo lógico sería aprovecharla para no tener un período de inactividad competitiva hasta llega a Miami. Y los chicos fueron a Vilamoura, donde es cierto que el nivel en la regata portuguesa ha sido espectacular y pueden gozar de cierta indulgencia, pero a lo mejor un guiño a la Christmas no hubiera estado del todo mal. Pero lo que es más incongruente es que la RFEV decidió quitar a la Christmas, que ha apostado por la gente joven, que fuera regata selectiva para los juveniles y la cambiaron con nocturnidad y alevosía por la Training Camp (un entrenamiento) y el Mundial de 470, todo ello en el Arenal.
Hubo una época en la que la Christmas y el Sofía eran las dos regatas de obligatoria participación para los equipos que dependían de la RFEV; pero desde que era director olímpico Toni Ripoll, no ha aparecido ningún otro por Palamós.
En fin. Si la federación no apuesta por sus regatas, apaga y vámonos. Menos mal que la catalana, la gallega y la balear a nivel doméstico y la británica, francesa o italiana, sí lo han hecho en Palamós.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (26/12/2019)*
29/11/19 – La vida sigue (casi) igual
La Asamblea General de la Real Federación Española de Vela celebrada el 23 de noviembre, fue como acostumbra ser habitual, lo que popularmente puede llamarse como una balsa de aceite.
Los asambleístas, salvo contadas excepciones como fue la última de José Ángel Rodríguez en 2015 que desembocó en la posterior moción de censura, han sido por norma reuniones sin demasiados sobresaltos para los mandatarios.
En esta última se aprobó todo con discursos triunfalistas de lo bien que están haciendo las cosas en el plano económico con un superávit de hasta 275.000 euros, como en el apartado deportivo, donde visto lo visto tenemos la mejor cantera del mundo; ahora solo falta que los mayores clasifiquen el 60% de tripulaciones para Tokio 2020, que son las que le faltan a España a menos de un año para la cita olímpica.
Vaya, que todo va todo como en el cuento y Julia Casanueva vivió la asamblea como si fuera ‘Alicia en el país de las maravillas’. Bueno, esto si nos atenemos a lo que ha trascendido al mundo exterior a través de los medios oficiales de la RFEV; aunque a la notificación se le olvidó contar un pequeño detalle, tan poco significativo como que un grupo de asambleístas, minoritario eso sí, impugnaron la convocatoria de la asamblea debido a una vez más errores en la misma, lo que abre nuevamente la vía judicial cuando aún no está cerrado el procedimiento del traslado de la sede federativa de Madrid a Santander y que un juez anuló en primera instancia a lo que la RFEV recurrió.
El otro tema, que al menos a mí me llamó la atención, fue que el vicepresidente primero y económico Javier Sanz, diera a conocer las cuentas de ejercicio anterior donde según lo dicho por la RFEV, no hace más que cerrar los años con números azules; pero a su vez por primera vez en los últimos cuatro años no fuera el directivo quién explicara a los presentes los presupuestos de 2020, sino que lo hizo el director general de la RFEV, Pablo Barrio. Curioso.
Tampoco se hizo hincapié explícitamente al hecho que hubo que devolver al Gobierno de Cantabria las subvenciones mal justificadas de los años anteriores, que debían que destinarse a deportivas cántabros y que el fin parece ser que fue otro. Este año evidentemente no les va a dar ni un euro.
Y por otro lado, mejor que la federación vaya dando números positivos, ya que tienen una abierta una demanda presentada en el año 2017 por parte de los hermanos Federico y Arturo Alonso Telechea, referente a su no inclusión en el Equipo Olímpico de Río 2016, en donde consideraban que la plaza la habían ganado ellos, y en la que reclaman una indemnización de 173.836,88 euros. La RFEV nunca la ha considerado y se está a la espera de que resuelva la justicia, pero esta cantidad sigue sin estar provisionada en los presupuestos. Si la RFEV pierde el juicio ya veremos de donde sacan este dinero no provisionado en los presupuestos. Eso sí que es tener fe.
Y para acabar. No deja de ser extraño que si la RFEV se fue de Madrid a Santander, su reunión más importante como es la Asamblea, se siga celebrando en la sede del Consejo Superior de Deportes que está precisamente en Madrid. Si era por un tema logístico y económico, ¿por qué se fueron de la capital?
Artículo publicado en ABC de la Náutica (28/11/2019)*
31/10/19 – Mucho tráfico en el Atlántico
Infografía: Localizatodo y LaTabernadelPuerto
Dicen los entendidos que esta es la mejor época para la celebración de regatas que atraviesan el océano que separa Europa de América. La época de huracanes teóricamente ha pasado y llega el momento de aprovechar los alisios, que son los encargados de que la travesía sea más rápida y cómoda con vientos portantes.
Este año ha tocado Mini-Transat, regata en solitario con barcos de 6,5 metros y que navegan sin más ayuda que la del piloto automático y poco más. No está permitida la comunicación externa por ejemplo la predicción meteorológica, donde la organización da puntualmente los partes a todos los participantes por igual. Los Minis cuentan con dos clases, los de Série, totalmente previsibles y los Protos, donde ya se ha visto que en teoría son más rápidos y sofisticados que los monotipos. En esta edición sí sufrió un retraso de casi dos semanas donde la flota se mantuvo amarrada en La Rochelle debido al huracán Lorenzo, pero no ha afectado a la salida de la etapa entre Las Palmas de Gran Canaria y Le Marín, prevista para el sábado día 2.
También es año de la Transat Jacques Vabre, con partida desde Le Havre y también con final en Salvador de Bahía, es una regata a dos para barcos más grandes como son los IMOCA 60, los Class 40 y los Multi 50. Otra de las grandes regatas transoceánicas. Es impresionante poder ver en línea de salida hasta una treintena de IMOCA 60, aquellos barcos que competían en la añorada Barcelona World Race, la vuelta al mundo a dos y que muy probablemente nunca más volveremos a ver ni vivir, debido a desaparición de la gestión después de la tercera edición, donde se intentó vivir de las rentas, pero estas se han acabados y dejado a la FNOB aguantada por alfileres y que ahora mismo no se sabe cual es exactamente su función, después de apostar de forma absurda por el hoy desaparecido circuito de las Extreme Sailing Series, y a partir de ahí poco más, ya que el único IMOCA 60 que tenían, el One Planet, One Ocean, ha sido traspasado a Dídac Costa, que ya anunciado que quiere estar de nuevo en la salida de la próxima Vendée Globe, y donde está en plena faena de búsqueda de recursos.
Volviendo a la actualidad atlántica, aprovechando la época del año el IDEC Sport de Francis Joyon busca superar su propio récord. Partió de Port Louis el 19 de octubre y ya superó el récord de paso por el ecuador dejándolo en 7 días, 2 horas y 43 minutos. Para ganar ‘La Mauricienne’ tendrá que llegar a Isla Mauricio antes del 14 de noviembre. Récord que consiguió hace una década. El ganador del Trofeo Julio Verne, es un maxi trimarán que sin ser el más grande ni el más pequeño de los ‘cazadores de récords’ donde podríamos encontrar también al Maserati Multi 70, Banque Popularire o Spindrift. IDEC Sport últimamente ha sabido gestionar muy bien sus objetivos.
Y el 3 de noviembre los barcos de la clase Ultime estarán en la Brest Atlantiques en una regata entre Brest y Ciudad el Cabo con escala en Río. Allí estará Alex Pella haciendo equipo con Yves Le Blevec a bordo del Actual. Será una regata de cuatro barcos pero en el que estarán algunos de los mejores oceánicos como Franck Cammas, Charles Craudrelier, François Gabart, Thomas Coville o Jean-Luc Nélias.
Es sin duda la hora del Atlántico.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (31/10/2019)*
27/10/19 – Momento de hibernar
Tras un intenso verano de competiciones, ya sean las de siempre de crucero como el Trofeo SM la Reina, Copa del Rey Mapfre, el Sherry (Semana Náutica de El Puerto) o el Trofeo Príncipe de Asturias y las de vela clásica de Barcelona, Palma y Mahón. Este año ha habido que añadir los dos meses que se han tirado los olímpicos en Japón, donde han podido entrenar y competir en las aguas que serán subsede de Tokio 2020.
Como cada año por estas fechas es momento de pasar balance al estado de la situación. En el mundo del crucero Valencia y Palma siguen manteniendo un nivel de participación y flota que aceptable, Valencia parece que va subiendo en busca de ser lo que fue y Palma sigue siendo la referencia por ser la regata que es y por la que más recursos pone encima de la mesa. El resto se mantiene con flotas locales y de las cercanías. Cierto es que los armadores ya no hacen las grandes distancias de antaño, sobre todo debido a la falta de grandes patrocinadores y no vemos en Bayona barcos que antes hubieran hecho el Sherry o la Copa del Rey. Y ya no hablemos de bajar a las regatas de Canarias.
En cuanto a la vela olímpica Enoshima ha sido el centro nuclear de los que aspiran a estar el próximo verano en los Juegos Olímpicos. Vistos los resultados seguimos anclados en dos tres clases con opciones a conseguir algo positivo en Tokio 2020.
Tampoco descubro la pólvora cuando digo que los dos 470 son los que mejor forma están, Jordi Xammar y Nico Rodríguez son los únicos que están discutiendo a los mejores del mundo, los australianos Mat Belcher y Will Ryan. Los españoles ya les han tocado la cresta en un par de ocasiones, y el margen de mejora para Jordi y Nico aún es grande. También Silvia Mas y Patricia Cantero están demostrando un potencial brutal, el subcampeonato mundial en 2018 y fue un claro aviso y siempre están en podio o a las puertas, con lo que las expectativas son también buenas.
Más irregulares son Diego Botín y Iago López Marra, si consiguen centrarse en lo que saben, son también una de las grandes esperanzas, con unos Juegos Olímpicos a sus espaldas deben ser capaces de saber que teclas tocar y pueden estar ahí.
No quiero olvidarme de una de las grandes promesas de la vela olímpica, Joan Cardona que tanto en el Mundial Juvenil como en el Sub23 de la clase Finn, ha demostrado que tiene un gran futuro, ganó también la World Cup de Enoshima. Ahora lo debe rematar sobre todo en la regata del próximo mes de abril en Génova, donde se pondrá en juego la última plaza europea para Tokio 2020.
Con todo ello, y tras unas semana de merecido descanso, ahora es el momento de volver a ponerse la pilas, a entrenar. Algunos deberán irse a Nueva Zelanda donde hay algunos mundiales, los otros espero verles en la única competición de nivel que hay por estas fechas, la Christmas Race de Palamós, donde realmente pueden seguir midiéndose con tripulaciones de otras partes del mundo.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (26/09/2019)*
31/08/19 – La multiplicación de los panes y los peces
El Test Event 2019 ha servido para comprobar cual es el nivel de las tripulaciones a un año para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Mismas aguas y en la mayoría de los casos los mismos participantes que dentro de un año se verán las caras en el que ya será el momento de la verdad.
Es un buen momento para que la Federación explique cual es la situación del equipo pre-olímpico, pero nos hemos encontrado que lo único que han hecho ha sido numeritos a través de las redes sociales con musiquitas y muñequitos incluidos, pero informar lo que se dice informar a los medios de comunicación, que deben ser en teoría los transmisores de las noticias, más bien poco.
Que estamos en una nueva era no hay duda. Que las redes sociales son importantes, también; pero no todo se debe basar en esto ya que aunque algunas no se enteren, los medios de comunicación han sido una vez más despreciados. Solo hubo dos notas de prensa, las de los días de las Medal Race. Ni una previa, ni las jornadas clasificatorias son como si no hubieran ni existido. Menos mal que estuvo al tanto la Agencia EFE que se buscó la vida para conseguir a diario los resultados, redactar una noticia y transmitirlos a los medios.
Pero lo más triste no es todo lo que he explicado anteriormente, sino que en la última nota de prensa oficial de la RFEV el titulo era: “Dos bronces para España y nueve finalistas en el test preolímpico de Enoshima”. De repente me entró un escalofrío pensando que además del bronce Jordi Xammar y Nico Rodríguez había habido un segundo que se me había pasado después de haber repasado todos los días las clasificaciones. Pero no, la federación se sacó de la manga una segunda medalla de bronce, sumaron las de la tripulación de 470 Masculino. Su lógica –la del desconocimiento- les hizo pensar que si Jordi se colgaba una medalla y Nico se colgaba otra, pues 1+1, dos. Vaya, como una especie de multipli- cación como la parábola del Evengelio de los panes y los peces. Es decir que si los el 470 Masculino y Femenino, el 49er, el FX y el Nacra hubieran conseguido subir al podio, en la federación estarían hablando de que España habría conse- guido diez medallas en la preolímpica de Enoshima. Y se quedaron tan panchas.
Por cierto, dicho eso, el actual gabinete de prensa de la RFEV está formado por fantasmas, nadie sabe ciertamente – al menos entre los medios de comunicación tradicionales- quién está detrás, porque parece ser que el anterior jefe de prensa ya no está.
Serán cosas de las nuevas tecnologías, digo yo.
27/08/19 – Expectativas incumplidas
Me he llevado una soberana desilusión después de que se hubieran creado muchas expectativas del que tenía que ser el primer Salón Náutico Internacional de Sevilla. La verdad es que así de primeras el nombre ya sonaba algo rimbombante, porque ser primerizos en esto de hacer un salón náutico y además ponerle la etiqueta de buenas a primeras de internacional, pues ya era un riesgo potencialmente poco prudente.
La idea podía parecer interesante desde el punto de vista promocional para una ciudad que tiene uno de los ríos navegables más importantes de España, el Guadalquivir; y en el año del 500 aniversario de la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, que desde el salón de Sevilla lo rentabilizaron como punto de partida. No en vano aquella primera expedición partió de la ciudad hispalense, pero que en este caso se ha quedado en la anécdota de ser la milla uno y poco más.
Comenzaron con la promoción más de medio año antes, parecía que el Salón Náutico Internacional de Sevilla se iba a comer el mundo, pero al final parece que el mundo se lo ha comido a ellos.
Consiguieron liar a multinacionales importantes como empresas patrocinadoras y colaboradoras, tampoco voy a dar nombres ya que supongo que sabrán que les vendieron algo así como una moto sin ruedas o como símil bien podría valer, de un velero sin velas.
El hecho es que a pocos días para la inauguración del Salón Náutico Internacional de Sevilla se empezaba a masticar la tragedia. Empezaron a llegarme imputs de que aquello chirriaba. No me podía creer que después de tanto bombo y platillo como habían dado, que pudiera ser un bluf.
Como en todo este tipo de organizaciones tiene que haber unos pagos previos, sobre todo a las empresas que tienen que hacer montajes importantes, pero estos pagos nunca llegaron. Ni pantalanes, ni producción de televisión, ni nada de nada.
Por no haber no ha habido ni público, y eso que anunciaron que se habían vendido las 1.000 primeras entradas antes de empezar el evento.
Pero lo que llamó más la atención fue que el primer día del salón emitieron una nota donde acusaban a agentes externos de boicot y que estaba provocando que hubiera poca afluencia de público. Algo así como rozando la paranoia. Los únicos días que en fotos vi gente fue el día de la inauguración en la que estuvieron los consejeros Juan José Imbroda y Maripán Carazo y el día de la clausura que coincidía con la salida desde el Club Náutico de Sevilla de la regata organizada por la Real Liga Naval Española.
La realidad es que los eventos se centraron en charlas, eventos gastronómicos, musicales y poco más; incluso Salvamento Marítimo anuló en el último momento un simulacro de rescate, lo mismo pasó con la conferencia de los Prácticos del Puerto de Sevilla y la Ría del Guadalquivir.
Lo cierto, y esto fue reconocido por la misma organización, es que no se cumplieron ni mucho menos las expectativas, y esto no es culpa de nadie más que de los propios organizadores que pensaron que esto de montar un feria náutica de categoría era muy sencillo, y al final de salón ha tenido poco, y de internacional menos.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (25/07/19)
29/06/19 – La nueva Ley de Costas mata a los clubes de playa
Varios clubes de vela en España podrían tener los días contados debido a la nueva Ley de Costas que ha puesto en funcionamiento el Gobierno y que limita el espacio de sus instalaciones hasta el punto de que algunos ya se han visto obligados a cerrar sus puertas, mientras que otros restan a la espera, a sabiendas que de seguir en así, tienen los días contados.
La problemática surgió en 2013, con la remodelación que el Ministerio de Transición Ecológica realizó sobre dicha ley, datada de 1988. La modificación obliga a las instalaciones náuticas a tener una superficie máxima de base náutica de 300 metros cuadrados para recibir o renovar concesiones.
Las entidades que no cumplen los requisitos han empezado a recibir peticiones ministeriales para presentar un plan de reducción de la superficie. De no hacerlo, los clubes recibirán multas de hasta 60.000 euros y que afecta directamente a los presidentes de los clubes, que tienen que responder a ella con su patrimonio, hecho que fuerza a muchas a cerrar las instalaciones y despedir a los empleados.
Los primeros afectados son once clubes de la costa catalana. La gran mayoría de ellos cuentan con más de 50 años de historia e incluso algunos superan el siglo de existencia en activo. La actualización de Ley de Costas pone en peligro una estructura que suma entre estos once clubes casi 3.500 socios y más de 250 trabajadores, pues la limitación de superficie máxima les impide contar con todos los equipamientos básicos para la práctica de la vela con normalidad.
Ya son tres los clubes que se han visto obligados a cesar su actividad (Cabrera de Mar, Canet de Mar y Pineda de Mar), mientras que Sitges, el Marítimo de Castelldefels y Calella, han solicitado un respiro que tal vez sólo sirva para alargar una inevitable agonía.
“La situación es peligrosa”, según asegura Sonia Oliveras, anterior presidenta del Club Nàutic Bétulo, también en peligro. “La vela es un deporte formativo y nos están quitando el camino para que los jóvenes accedan a ella. Nos están atacando a todo el colectivo”, asegura.
La actualización de la ley, no obstante, no afecta a otro negocio a pie de costa como es la restauración, para el que se incluye en la nueva norma una disposición transitoria que les permite mantener la concesión a pesar de superar los 300 m2.
Ante lo que consideran una injusticia, la Federación Catalana de Vela está desarrollando una campaña mediática bajo el lema “Defendamos la Vela”, y que el pasado 25 de abril llevó los barcos al centro de Barcelona. Miembros de todas las entidades afectadas se concentraron en la Plaza de la Catedral, que fue ocupada con algunas de las embarcaciones de los usuarios afectados.
Tras la protesta, el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet, se comprometió a liderar las conversaciones con el Gobierno central para desencallar la situación y así mantener a flote la base del deporte más laureado en la historia del olimpismo español.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (27/06/19)
31/05/19 – Temporada de salones
Los salones náuticos son un medidor económico-náutico de cómo está el sector. Es el momento en el que los profesionales pueden tener contacto con un público más amplio, y donde los aficionados pueden acercarse y en muchas ocasiones ver barcos que solo pueden soñar.
Que el sector está en alza es una realidad, y lo demuestra el hecho que cada vez son más los salones y ferias que se organizan a lo largo y ancho de la costa española, que si no es la que más, es de las más extensas de toda Europa. Mediterráneo, Atlántico y en su defecto el Cantábrico hacen que el público potencial, más el que pueda llegar desde otros puntos del mundo, ponen en valor cada uno de ellos.
Los principales salones se distribuyen en dos época del año, en primavera y en otoño. En la primera parte del año encontramos el Palma Boat Show, dedicado sobre todo a los grandes yates y al lujo; mientras que paralelamente se celebra el Salón Náutico de Dénia, con un sentido más de feria náutica en donde priman las numerosas actividades dedicadas a los aficionados de todas las edades. Si el mallorquín es un salón que podríamos considerar elitista, el alicantino es un salón para todos los públicos.
En la segunda parte del año, en otoño se celebra la feria náutica por excelencia y el gran referente a nivel mundial, el Salón Náutico Internacional de Barcelona, que es quién acaba marcando el ritmo del sector, y en el que justamente el resto de ferias también quieren estar para presentar sus credenciales. Y seguidamente encontramos probablemente el salón que va más al alza, el Valencia Boat Show, que cuenta con nueva dirección y que a cinco meses para su celebración apunta a su mejor versión y éxito.
Y no quiero dejar pasar la oportunidad para destacar el nacimiento de un nuevo certamen, el Salón Náutico Internacional de Sevilla, que tiene dos vertientes que debe explotar. Por un lado que es en Andalucía, el territorio con más quilómetros de costa de toda España, y con la fuerza que tiene toda la franja andaluza y con el nivel de puertos que van desde Sotogrande y toda la Costa del Sol. Aunque con la gran peculiaridad de que el salón se celebrará en la milla cero, el río Guadalquivir en la que Magallanes y Elcano partieron en la primera circunnavegación del planeta, y de la que ahora se cumplen 500 años.
Sin ser Francia o Gran Bretaña, la náutica en España sigue estando viva, o al menos, esto es lo que parece.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (30/05/19)
26/04/19 – Blanca y nueve más
La windsurfista sevillana Blanca Manchón es la primera regatista oficialmente confirmada por parte de la Federación Española de Vela que estará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El criterio de selección establecido en esta ocasión que ya no es estrictamente matemático, sino que incluye el binomio compuesto entre las regatas de clasificación y observación, han dado como resultado que a casi año y medio para la cita olímpica, ya haya una tripulación confirmado, la de Blanca Manchón. Ahora restan nueve más.
España por el momento solo tiene cuatro de las diez clases olímpicas clasificadas, lo dos RS:X y el que Manchón ya cuenta con la plaza femenina en el bolsillo y los dos 470. Todas ellas conseguidas en el Mundial de Aarhus del año pasado. El resto de clases aún tienen que conseguir el pase del país. En principio no debería de haber muchos problemas para hacerlo en 49er, FX y Nacra; en Laser Standard por la gran cantidad de países las probabilidades son altas y en Laser Radial y en Finn no se consiguieron en Río, aunque el Radial finalmente le salvó la repesca de la renuncia de Nueva Zelanda, que prefirió no ir a Brasil antes que hacer un mal resultado. Esto también lo hizo la RFEV en Sydney, donde teniendo al país clasificado decidió no participar al entender que no se habían dado los resultados óptimos. Luego se volvió sin ninguna medalla, pero esto ya es otra historia.
En el caso que ahora nos ocupa, que es el del presente y el futuro, ya no solo de las tripulaciones que se seleccionarán con nombre y apellidos para Tokio, sino que clases se clasificarán finalmente. En los próximos meses y en la mayoría de mundiales de cada clase saldrán nuevas plazas en juego, pero a medida que avance la temporada, cada vez va a ser más complicado clasificar al país.
Manchón ya puede dedicarse plenamente a preparar con tiempo más que de sobra su participación en los Juegos Olímpicos. El hecho de haber sido la clasificación tan pronta es un arma de doble filo, y me explico. Por un lado da la tranquilidad al elegido de saber que la plaza es suya y de nadie más, con lo que ya no tiene que luchar fratricidamente con otro español para ello, como le ocurrió en las tres anteriores citas con su compañera Marina Alabau. Pero por otro lado está el factor de la relajación, por el mismo motivo que ya no tiene competencia para la plaza, puede dejar de mirar para atrás. De todas formas en el caso de Blanca Manchón, regatista ya veterana, con todos los títulos conseguidos en esta clase menos la medalla olímpica; tiene ya la suficiente experiencia, incluido un diploma en Juegos Olímpicos hace quince años en Atenas, para saber que es su momento. Tiene un año para intentar ponerse a la altura de las mejores. En su momento tener competencia con Alabau, aunque hubo momentos muy complicados, acabaría siendo bueno para las dos ya que crecieron deportivamente y ambas llegaron a lo más alto ganando Mundiales y Europeos. Al final tan solo podía quedar una, y estoy convencido que el nivel obtenido por Marina que le llevó a colgarse el oro en Londres 2012, fue también gracias a la dura competencia que tuvo con Manchón.
En esta ocasión ambas empezaron el camino hacia Tokio 2020, pero Marina optó por dar un paso atrás, mientras que Blanca decidió todo lo contrario y aquí está con sus 33 años con las mismas ganas que cuando tenía 17 y fue la regatista española más joven en participar en unos Juegos Olímpicos. Ahora tiene la segunda oportunidad, y conociéndola, no la dejará escapar.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (25/04/19)
29/03/19 – ¿Dónde está el relevo generacional?
Leía hace unos días en la web de la federación una entrevista al presidente del Comité de Vela Juvenil y flamante presidente de la Federación de Valenciana, Carlos Torrado, donde explicaba de forma extensa y algo repetitiva, que actualmente la vela juvenil gozaba de muy buena salud en España, y se alababa respecto al buen trabajo realizado en los últimos tres años en relación a la base, y daba a entender que antes de la era Julia de “era un solar”; dando la sensación que en el pasado no se hubiera hecho nada y que ahora llegaban los salvadores de la patria para remediarlo. Haciendo un poco de memoria se podría recordar que antes de que ellos llegaran, por ejemplo, Jordi Xammar y Joan Herp, se habían hartado de ganar Mundiales y Europeos Juveniles de 470.
Si tan bien se ha hecho en los últimos cuatro años, muchos de aquellos juveniles que ya lo eran en el inicio del mandato de Julia Casanueva –cogió las riendas en el año 2015-, tendrían ya que haber dado sus frutos en categorías absolutas.
Si no ando mal de memoria, de los regatistas jóvenes que luchan por estar el año que viene en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, son prácticamente los mismos que lucharon por estar en los de Río 2016.
Teniendo en cuenta que Marina Alabau en RS:X Femenino, Alicia Cebrián y Fernando Echávarri en Nacra 17 no siguen en vela olímpica, en el resto de clases prácticamente repiten los mismos que hicieron la anterior preparación olímpica, tanto los que se clasificaron como los que no. En algunos casos solo ha cambiado alguno de los tripulantes, caso de Paula Barceló –ahora con Támara Echegoyen– por Patricia Cantero –ahora con Silvia Mas-, Florian Trittle –ahora con Tara Pacheco– y Nico Rodríguez –ahora con Jordi Xammar-. Cambios todos ellos obligados, después de que algunos regatistas abandonaran la carrera olímpica, para centrarse en la carrera académica, como fue el caso hace tres años de Barceló y Joan Herp.
Poco margen de maniobra le queda a Asier Fernández de Bobadilla, director de preparación olímpica de aquí a Tokio 2020 para encontrar a nuevos valores, o bien centrarse en los que hay; muchos de ellos con varias campañas olímpicas a sus espaldas, caso de varios de los citados anteriormente, o el caso de Iker Martínez, Iván Pastor, los hermanos Arturo y Federico Alonso, Blanca Manchón o Támara Echegoyen, por poner a algunos de los más veteranos y que siguen estando al más alto nivel de cara la cita del verano de 2020.
Estamos de acuerdo que la vela es un deporte longevo, con respecto a otros, y permite que regatistas más cerca de los 40 que de los 30, puedan seguir teniendo opciones no solo a participar, sino también a colgarse una medalla olímpica; pero por favor, que no nos intenten vender que hay un buen recambio generacional, que probablemente sea cierto que haya regatistas jóvenes que pueden dar en cualquier momento el salto, pero con los números y los nombres encima de la mesa, más de un 70% de los que estuvieron en Río, estarán en Tokio.
El tiempo dará o quitará razones.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (28/03/19)
28/02/19 – Que no sea un adiós, sino un hasta luego
El campeón olímpico Fernando Echávarri ha anunciado oficialmente que abandona la vela olímpica. Lo hizo acompañado de las máximas autoridades del deporte español como son la secretaria de estado, María José Rienda y el presidente del Comité Olímpico y de paso la de la federación, Julia Casanueva. En estos casos, la foto con el protagonista siempre queda bien para la posteridad.
Fernando Echávarri es uno de los regatistas que ha pasado a la historia por ser uno de los que ha sumado una medalla de oro junto a Antón Paz, para la vela española; la que por cierto, a pesar de la sequía de Río 2016, sigue siendo el deporte que ha dado más metales a este país, con lo que este cántabro, criado en Galicia, es parte importante en este amplio palmarés.
Como somos casi de la misma quinta, estando yo como responsable de comunicación de la RFEV, recuerdo a Fernando en sus inicios en la clase Laser donde apuntaba maneras aunque no llegó a Atlanta 96, donde acabó yendo Antón Garrote. A partir de ahí dio el salto al Tornado, a sabiendas que tenía por delante a los vigentes los campeones olímpicos Fernando León y Pepote Ballester con Sydney 2000 a la visto, que estos fueron los que repitieron en Australia. Pero esto a Fernando y a Antón les sirvió para hacer un doctorado en un barco tan competitivo y el premio fue llegar a sus primeros Juegos Olímpicos, en Atenas 2004, donde obtuvieron diploma, y a partir de ahí al estrellato con Pekín 2008 a la vista. Durante esta Olimpiada –como se conoce el período de cuatro años entre unos JJ.OO. y otros-, Fernando y Antón lo ganaron todo: campeonato del mundo, de Europa y de España; y la federación internacional les condecoraba como mejores navegantes del año en 2005.
Pero lo difícil no es ganar, sino mantenerse, y el trabajo final se vio recompensado con el oro olímpico de Pekín. Fernando y Antón ya lo habían conseguido todo juntos, y después del mayor de los éxitos, decidieron separar sus caminos.
La desaparición del Tornado como clase olímpica, Echávarri se pasó al Star con Fernando Rodríguez Rivero, probablemente la clase más exigente, pero acabaría siendo un impás para dar el salto al Nacra 17 después del Mundial de Santander 2014 y lo hizo con la campeona del mundo y Europa de 470, Tara Pacheco como tripulante, con la que se clasificaron para Río 2016, donde la suerte les dio la espalda. Empezaron la campaña para Pekín 2020, pero a finales del año pasado decidieron dar por finalizada su relación deportiva, y Fernando tras meditarlos mucho, también su etapa como regatista olímpico.
La vela es un deporte longevo, y sino que se lo pregunten al último oro en Nacra 17 Santiago Lange con 55 años, pero la despedida de Fernando en la vela olímpica parece definitiva, pero esto da muchas vueltas, y a lo mejor algún día se lo replantea y sea un hasta luego.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (28/02/19)
02/02/19 – El premio fue para los asistentes
El regatista y abogado Luis Sáenz Mariscal recibió el II Premio AEPN, con el que la Asociación Española de Periodistas Náuticos (AEPN) condecora a un personaje que haya destacado en el mundo de la náutica en el año anterior. Aunque en esta ocasión se entregó en enero, correspondía al 2017, año en el que Sáenz Mariscal se proclamó ganador de la 35 America’s Cup como asesor de reglamento del Team New Zealand.
Sáenz Mariscal recibió el premio de manos del presidente de la AEPN, Pedro Sardina, y del alcalde de El Puerto de Santa María, David de la Encina, en un acto celebrado en el Castillo de San Marcos, propiedad del Bodegas Caballero, y que está ubicado en la ciudad gaditana.
Pero hasta ahí, todo normal. Una entrega de un trofeo pero que venía acompañada de una charla dada por el propio Luis Sáenz, titulada ‘Copa América: viento, técnica y velocidad’. Este es el premio que nos llevamos los asistentes al acto, en el que además de varios asociados de la AEPN y familiares del galardonado, estuvieron entre otros el vicepresidente de la Federación Andaluza de Vela, José Jarana; el responsable de relaciones externas y enoturismo del Grupo Caballero, Juan Mateos; la presidenta de Puerto Sherry, Valle de la Riba; el embajador en la OMI, Antonio M. Padrón Santiago; el presidente de AECIO, Kiko Sánchez o los regatistas Dioni Martínez, Ricardo Rubio ‘Petete’ y Borja Melgarejo, quién fuera compañero suyo en el desafío Bravo España.
El hecho fue que la conferencia de cerca de dos horas en las que Sáenz Mariscal contó sus inicios en la America’s Cup hasta el momento actual, desde 1987 en la que entró a formar parte del España 92’ hasta la actualidad, donde está enrolado como especialista en reglamento en el American Magic de cara a la próxima edición de la America’s Cup.
Contó un sinfín de anécdotas, vividas en todos los equipos en los que ha estados, como ha evolucionado la competición y sobre todo en la última como fueron capaces de darle la vuelta a conceptos que permitieron entre otras cosas utilizar a los ciclistas a bordo del catamarán volador del New Zealand, y también algún secretillo del pasado. En su actual equipo, el American Magic, comparte tarea con el diseñador principal, Marcelino Botín, con lo que entre los dos forman un equipo de garantías para intentar arrebatarle la Jarra de las Cien Guineas a los que hasta bien poco fueron sus compañeros.
Fue sin duda una charla-coloquio, en algunos casos, muy enriquecedora y que de buen seguro ayudó a muchos a entender algo más el hecho que la America’s Cup es algo más que una competición en la que la tecnología naval y aeroespacial, son capaces de superar el ámbito estrictamente deportivo.
Esto es lo que transmitió Sáenz Mariscal al cerca de medio centenar de asistentes, que se fueron emocionados con la conferencia de Luis. Un lujo.