Sven Stadel es uno de los nombres de oro de la clase Europe. Por su linaje bien podría pasar por alemán, pero no. Es alicantino, de Dénia, y defendiendo los colores del Club Náutico de Calpe. Pues bien, Stadel ha conseguido en Blanes nada más y nada menos que su tercer título mundial.
Es sin duda uno de los veteranos de la clase y en el Campeonato del Mundo que se acaba de celebrar en aguas de la Costa Brava, ha demostrado que sigue siendo el mejor. Ya en el Open Week, regata previa al Mundial, dejó claro que sería uno de los favoritos y lo corroboró liderando de principio a fin en categoría masculina y ganando con total y absoluta autoridad su tercer título. En esta ocasión ha sido de alguna manera en casa, los anteriores fueron en 2006 en Dinamarca y el segundo en 2010 en Suecia. Un gran campeonato para un gran campeón, al que le sobró la última manga.


En categoría femenina dos españolas se jugaban estar en el podio, la alicantina Ascensión Roca de Togores y la campeona mundial catalana Elisabeth Llargués. Finalmente fue la levantina la que consiguió estar en el tercer puesto del cajón, mientras que la catalana era cuarta después de dos jornadas complicadas, sobre todo la penúltima en la que sufrió una rotura que le obligó a abandonar, perdiendo casi todas sus opciones. Roca de Togores suma con este bronce su tercer podio en mundiales, tras las platas en 2009 en Francia y en 2013 en Suecia. La ganadora ha sido la danesa Anna Livbjerg, que parece que se le dan bien las aguas gerundenses, ya que su anterior título mundial lo ganó en 2012 en L’Escala.
Sin duda un buen botín y con una excepcional representación.