Las elecciones a la Real Federación Española de Vela han llegado a su fin y Javier Sanz ha sido el elegido para dirigir la nave los próximos cuatro años.
Partía como favorito y difícilmente las encuestas, aunque sean a pie de pantalán, por la razón que sea, no acostumbran a fallar. Pepe Martínez, era el otro candidato; se ilusionó, y a lo mejor le ilusionaron, pero las matemáticas no fallan, y si siempre has ido por detrás en los números, no puedes ganar. Esto no es como la política tradicional donde después de las elecciones hay pactos para elegir el presidente, este lo escoge una asamblea y el que gana, gana; pero también que tiene que ser lo suficientemente hábil como para unir al colectivo y evitar incendios, que lo único que hacen es desestabilizar.
Sanz en sus distintas etapas y facetas como directivo, tanto federativo como de club, ha demostrado tener buena mano izquierda. En esta ocasión, es de esperar, que siga teniéndola. Las federaciones deportivas son presidencialistas, con lo que, el timón federativo está única y exclusivamente en su mano. Tendrá que tener un equipo directivo y profesional a su lado que le ayude y le asesore para que todo vaya de la mejor forma posible.
Por delante no tiene un reto fácil. Tomar decisiones nunca lo es, pero sí está en su mano hacer la federación que él quiere. Llegó con Julia Casanueva en un momento en el que la federación era un cadáver económico, sencillamente estaba en bancarrota y deportivamente muy tocada. Y encima en Río, donde fue un muy buen equipo, faltó la pizca de suerte, y que se acariciaron dos medallas, pero se volvió de vacío. Pero así es el deporte.
Tuvo el difícil reto de tener que encarrilar financieramente aquel proyecto que se había iniciado de forma traumática después de una moción de censura, en la que auparon a la presidencia a Julia Casanueva, quién prometió que lo haría de forma provisional, pero aunque ella había prometido ser una presidenta de traspaso, ellos mismos le dieron una oportunidad para siguiera cuatro años más. Después a los que más le ayudaron se los quitó de en medio, creía que una vez la federación estuviera saneada, ya no les necesitaba. Y así fue, ella misma cavó, sin saberlo, su propia fosa; y ahora se ha ido sin más, y casi sin decir ni adiós.
Javier Sanz ha vuelto porque el colectivo así lo ha querido. Ha hecho una campaña tranquila, ha contado sobre todo con el apoyo estamental, que en definitiva es el deportivo. A partir de ahora esto es una máquina con un engranaje que tiene que ir a una, la política tiene que quedar aparcada hasta dentro de cuatro años.
Los federaciones y los clubes son los encargados de poner los medios para que esto sea funcione y los son deportistas son el fin, cada uno con un rol definido y con realidades muy distintas. Y aquí es donde la federación tiene que estar a la altura para saber cual es la realidad del olímpico y del profesional, que viven de esto. Pero también la del amateur, que lo único que busca es disfrutar del deporte y tener una federación que se ocupe y esté pendiente de ellos. El deporte no sólo es alto nivel, el deporte es el campeón olímpico y el regatista de fin de semana. Todos tienen el mismo derecho a saber que hace su federación por ellos.
El secreto no es hacer grandes cosas, el secreto es conseguir que todos estén a gusto. El éxito se forja en las pequeñas cosas, confiemos que Javier Sanz escuche al grande y al pequeño, cosa que no se ha hecho en las últimas décadas. Sólo así conseguirá que la vela crezca y vuelva a ser una federación fuerte. Este es el reto que tiene por delante.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (25/03/21)
27/02/21 – Adiós a otra etapa gris
La vela española cerrará este mes de marzo otra etapa. Julia Casanueva dejará forzada por el Consejo Superior de Deportes, la presidencia de la Real Federación Española de Vela tras de cinco años en el cargo, después de que en 2015 accediera al cargo a través de una moción de censura.
La RFEV lleva más de 20 años en manos de presidentes mediocres e interesados, ya sea por intereses económicos –caso de Pombo y Rodríguez con sueldo de presidente del gobierno- o de promoción personal –Casanueva- llegando a creerse que todo lo conseguido había sido por méritos propios. Nada más lejos de la realidad.
Llegó por primera vez a la presidencia aprovechando una situación de desorden y caos que acabó con un motín que provocó que hubiera varios sectores de la vela dijeran basta. Julia Casanueva vio la oportunidad y supo aprovecharse muy bien para que le prepararan el camino para montar una moción de censura en la que participaron entre otros, directivos, federaciones territoriales, deportistas e incluso empleados.
Y sí, Casanueva, que llegaba como un mirlo blanco. No sabía nada de vela pero supo aprovechar la oportunidad para ser la elegida. Se ganó la moción de censura y aguantó el año de transición con los Juegos Olímpicos de Río de por medio y unas elecciones, que era lo que realmente le interesaba.
Las ganó, y a partir de ahí continuó con su particular purga y caza de brujas. Durante estos cuatro años se fue quitando de en medio a todos y cada uno de los que le habían ayudado primero a ganar la moción de censura y después las elecciones. Ella ya tenía el poder absoluto, hay que recordar que las federaciones deportivas son presidencialistas, con lo que fue dejando en la cuneta a cualquiera que pudiera molestarle o hacerle sombra, entre otros a los que sacaron de la bancarrota en la que se encontraba la RFEV a finales del 2015.
Y así fue. A partir de ahí se quedó en 2020 con los que ella pensaba que se arrodillarían rogándole que siguiera como presidenta. Pero no. De repente se encontró que había fulminado a quienes realmente le hicieron presidenta; y dejando hasta el final de su mandato a su lado a los que ella creía fieles a su causa. Nunca hubiera imaginado que ya hacía tiempo que estos ‘fieles’ tenían pensado dejarla en la estacada y ya estaban preparando otra candidatura en su propia cara. Cuando se dio cuenta, ya era tarde, y tuvo que disimular y aguantar.
Ahora, Casanueva, se va con dos expedientes abiertos por parte del TAD, que podrían acabar con una y hasta con dos inhabilitaciones; pero ella ya no estará cuándo salgan las resoluciones. De poder haber salido con la cabeza medio alta, lo acabará haciendo por la puerta de atrás.
Adiós a otra etapa gris.
Artículo publicado en ABC de la Náutica (25/02/21)
31/01/21 – Elecciones a la vuelta de la esquina
Como ya estuvimos anunciando y denunciando, las elecciones a presidencia de la Real Federación Española no celebrarían en 2020. La demora absurda y voluntaria de Julia Casanueva en convocar estos comicios, hace que acabáramos 2020 con las elecciones convocadas, eso sí, después de una amenaza de grave sanción para la presidenta por parte del Consejo Superior de Deportes. Estamos inmersos en plena campaña y estas tendrán lugar el día 6 de marzo; y no después de los Juegos Olímpicos primero, y después a finales de abril, como pretendía la presidenta.
El proceso está en marcha oficialmente desde el pasado día 11 de diciembre, que fue cuando fue confirmada oficialmente la convocatoria de Elecciones por parte del TAD.
Durante este primer mes del año los federados con derecho a voto han presentado sus candidaturas y los que lo solicitaron han podido votar por correo a los miembros de la asamblea. Lo cierto es que los plazos previos cayeron inmersos en pleno puente de la Purísima y de las fiestas de Navidad, donde la gente tenía la cabeza más en otras cosas, entre ellas sobrevivir a la pandemia, y no tanto en elecciones; con lo que podemos dar gracias a la presidenta y su junta directiva por haber puesto las cosas tan ‘fáciles’ a los potenciales votantes.
Todo apunta a que habrá dos candidatos a presidir la RFEV, al menos así lo han hecho saber ellos mismos públicamente en los últimos meses.
El primero en anunciar sus intenciones fue este pasado verano Javier Sanz en una entrevista en ABC. Sanz es ampliamente conocido en el mundo de la vela por haber sido brillante presidente del RCN de Palma y de la Copa del Rey, además de vice-presidente de la RFEV hasta que Casanueva en un arrebato de personalismo decidió dejar a un lado a las dos personas que más le ayudaron a llegar a la presidencia. Curioso fue que en la última asamblea y comisión delegada, la propia Casanueva agradeciera a Sanz y a González Devesa, sus servicios prestados. Una muestra más de su cinismo.
El segundo en anunciarlo, bueno, ya lo había adelantado el presidente de la Federación Valenciana y gerente del RCN Torrevieja, Carlos Torrado, cuando afirmó en este mismo periódico meses atrás que habría un candidato valenciano, mostrando claramente cuales eran sus intenciones. El elegido ha resultado ser el antiguo presidente de su federación territorial y actual vice-presidente de la valenciana y hasta el final de los días vicepresidente de Casanueva, Pepe Martínez.
Este retraso de las elecciones provocado por Casanueva y su junta directiva, y cuando la práctica totalidad de las federaciones olímpicas ya tienen desde hace semanas y meses a sus presidentes elegidos, no ha hecho más que perjudicar a los regatistas y clubes, que no tendrán al nuevo presidente de la nacional hasta primavera.
Por primera vez las elecciones se realizarán telemáticamente, donde habrá que esperar la transparencia se imponga, y que la asamblea pueda ser seguida en directo y en abierto a través de YouTube y Facebook, como hace la World Sailing.