Mucho se habló los días previos a la 56 edición del Salón Náutico de Barcelona que la crisis catalana podría pasarle factura, incluso se llegó a especular con la suspensión del mismo. Pero afortunadamente nada más lejos de la realidad. Según el Salón Náutico de Barcelona no solo no hubo un descenso de participación, sino que aumentó el número de visitantes con respecto a la edición de 2016.

Esto viene a demostrar dos cosas. La primera es que a lo mejor algunos sectores quieren amedrentar a la gente con el miedo de la independencia, que a lo mejor es más por intereses políticos que no sociales; y por otro que realmente se está saliendo de la crisis y hay algo más de alegría, aunque no sea una cosa como para tirar cohetes.

El hecho es que, según cuentan, el Salón Náutico de Barcelona fue un éxito. Eso sí, acompañado también que había un puente y que la meteorología fue excepcional para cualquier feria que se celebre al aire libre.

Se superó la prueba, y esto es lo importante, para la dinamización del sector.

La otra feria náutica que está subiendo como la espuma es el Valencia Boat Show. Este año aprovechará el puente de Todos los Santos para seguir creciendo. El hecho que se celebre quince días después del de Barcelona podría parecer un hándicap, pero creo que ha sido una buena idea la de celebrar dos salones prácticamente de forma consecutiva.

El salón valenciano sigue creciendo. Aún está lejos del de Barcelona, que por tradición y trayectoria sigue siendo el número uno en España y uno de los referentes en Europa. Pero el de Valencia creo que es un complemento perfecto y que aporta un plus, sobre todo a la industria nacional, pero también a la internacional que está descubriendo un mercado importante. Hace dos décadas que Madrid tuvo su salón náutico, ahora Valencia ha podido recoger este testigo, y lo hace con cabeza y creciendo cada año, sabiendo que tiene su público. Además Valencia desde hace años que está en el mapa de la náutica, la celebración de la America’s Cup en 2007 y 2010 y la salida de la Volvo Ocean Race desde Alicante, la última hace pocos días, colocan a la Comunitat Valenciana en el foco náutico tanto a nivel deportivo como comercial.

Los salones náuticos son un buen termómetro del sector, y si los expositores y visitantes están contentos, poco más hay que decir.

Artículo publicado en MARES Nautical Magazine nº10*

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1 COMENTARIO

  1. No puedo estar más en desacuerdo. Como profesional con muchos años de experiencia exponiendo en Barcelona, tengo claro que el declive es evidente. Tanto es así, que llevo dos años exponiendo en Palma, que es sin duda el salón más interesante para los profesionales. Este año Barcelona fue un éxito de público local, pero fue muy poca gente de fuera. Y para los profesionales silo fue un (carísimo) punto de encuentro y poco más.

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