Lo que en un primer momento parecía un matrimonio perfecto entre el Defender de la 36 America’s Cup, el Emirates Team New Zealand y el Challenger of Record, Luna Rossa; ha puesto sobre la mesa su primera crisis después que firmaran el Protocolo de actuación para la próxima edición que tendrá lugar en 2021 con los monocascos AC75.

El sindicato italiano Luna Rossa ha calificado ahora a los nuevos barcos, los monocascos AC75 con los que se competirá, como «demasiado difíciles, demasiado extremos».

La crítica se produce cuando el sindicato ha utilizado una versión de prueba más pequeña del monocasco con ‘foils’ para realizar sus entrenamientos.

El magnate italiano Patrizio Bertelli, director general del equipo de Luna Rossa-Prada, es de los que no se calla ni una, y cree que el diseño revolucionario es demasiado complicado y resulta prohibitivo para los nuevos equipos.

Actualmente, ‘Luna Rossa’, ‘American Magic’ y ‘Team INEOS UK’ son los únicos desafiantes confirmados, además del Emirates Team New Zealand, defensor del título. Los dos últimos desafíos, el ‘Star & Stripes’ estadounidense y el ‘Dutch Sail’ holandés, deben confirmar su participación antes del 1 de julio.

Bertelli, que fue uno de los principales impulsores de devolver los monocascos a la competición después de tres ediciones con multicascos, ha reconocido que hubiera preferido una opción más simple que la que ha presentado el Team New Zealand.

«Les sugerí a los neozelandeses que eligieran un barco menos extremo que este. Una especie de VOR60 moderno  en el que desarrollar dos timones con foils. En cambio, ellos insistieron en que querían una solución hiper-tecnológica», explicó Bertelli. Añadió que, «además, la parte electrónica es especialmente complicada».

Francesco Bruni, uno de los regatistas italianos más prestigiosos de la America’s Cup -esta será su quinta participación, la cuarta con Luna Rossa-, coincide con Bertelli y considera que el nuevo barco va un paso más allá de los catamaranes con ‘foils’ utilizados en las dos últimas ediciones en San Francisco y las Bermudas.

«El monocasco AC75 (de 22,70 metros de eslora) es un barco más difícil de navegar que los catamaranes. Ya que estos, cuando se levantaban sobre el agua, se apoyaban en cuatro puntos: los dos timones y sus dos ‘foils'», recordó Bruni. «Ahora los monocascos AC75 se sustentan solo en tres puntos: los dos timones y un ‘foil’, mientras que el otro ‘foil’, que pesa una tonelada y sobresale del casco cinco metros, está levantado».

«Es una cuestión de equilibrio. Tienes que encontrar una nueva forma de navegar, y no es fácil. Lo hemos visto después de un año en el simulador y con las primeras salidas en el mar con el prototipo», ha concluido.

El nuevo diseño ha tenido problemas con la construcción de los ‘foils’, que no pudieron soportar las pruebas iniciales y tuvieron que ser rediseñados. Esta modificación fue en gran parte responsabilidad de los italianos que comparten la producción de algunos de los elementos de diseño único con el equipo de Nueva Zelanda.

Ese grave problema se resolvió, pero causó un retraso en la producción de los primeros barcos, que finalmente se espera que puedan ser botados en un corto plazo de tiempo. Luna Rossa ha anunciado que pretenden botar su primer barco el próximo 25 de agosto. Todos los equipos pueden tener dos monocascos AC75.

Los tres desafiantes ahora tienen barcos de prueba a su disposición, mientras que el equipo de Nueva Zelanda ha confiado en su simulador.

Max Sirena, el capitán de Luna Rossa, reveló que Jimmy Spithill, que será el patrón del equipo italiano, estaba asombrado por lo que estaba sucediendo frente a él en su pantalla del simulador. Él ya había avanzado que los monocascos AC75 serían «una ‘bestia’ de barco, con una navegación de otro nivel».

El cisma no ha hecho más que empezar.

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