A los armadores y regatistas a los que les gustan las regatas de altura, se han encontrado de estar meses en el dique seco, a tener overbooking de regatas en un solo fin de semana. Me refiero en este caso en el Mediterráneo y las que separan la península de Baleares.
En 2020 se acabaron suspendiendo todas las regatas clásicas como la Ruta de la Sal o el Trofeo Peñón de Ifach. La Ruta de la Sal, se celebra habitualmente en fechas de Semana Santa, pero este año se retrasó a mayo, debido a que la pandemia aún no estaba tan controlada como parece que está ahora.
El problema ha estado en que tantas suspensiones y aplazamientos, han provocado que por ejemplo las dos regatas anteriormente citadas y que cuentan con un recorrido parecido. La Ruta de la Sal con salida de Dénia y Port Ginesta y con final en Sant Antoni de Portmany y el Trofeo Peñón de Ifach con salida de Calpe y con final en Formentera, no puedan disputar las dos, como era la intención de algunos barcos y regatistas. E incluso la coincidencia con la Volta a Mallorca a 3 ha provocado que algunos barcos que habían participado en anteriores ediciones en esta regata, hayan optado por hacer alguna de las otras dos.
Creo que hubiera sido mucho más positivo para todos que no hubieran coincidido todas ellas el mismo fin de semana, al final pienso que se pierde más que no se gana, sobre todo para estos armadores y regatistas que hubieran podido hacer incluso las tres de haberse disputado en fines de semana distintos y todas las regatas hubieran sumado muchos más barcos.
El año que viene, que esperemos estar todos vacunados, a la hora de confeccionar el calendario las organizaciones y clubes se pongan de acuerdo para no pisarse las fechas, será más beneficioso para todos. Eso seguro.
Mientras tanto, esperemos que todos tengan una buenas travesías. Lo que está claro es que este fin de semana habrá mucho tráfico de veleros en el Mediterráneo.