Precisamente cuando en el post anterior celebrábamos la fortuna que tuvo Jordi ‘Peque’ Domènech al salvar la vida tras caer al agua el Océano Índico mientras competía en la Withbread, 28 años después el británico Simon Speirs le ocurría lo mismo pero con distinta suerte. Speirs fallecía después irse al agua cuando estaba ayudando a cambiar una vela de proa del CV30, el barco que participaba en la Clipper Round The World en la etapa entre Ciudad del Cabo (Suráfrica) y Fremantle (Australia).
36 minutos tardaron sus compañeros en poder rescatar a Speirs ya inconsciente. Después de realizarle maniobras de reanimación fue imposible salvarle y fallecía, probablemente por ahogamiento, aunque esto lo determinará la autopsia. Speirs se fue al agua después que según parece fallara el anclaje de seguridad con grandes olas y vientos de más de 50 nudos.
La Clipper Round The World, regata creada en 1995 por Sir Robin Knox-Johnston –el primer hombre en dar la vuelta al mundo en solitario en regata-, tiene como principal característica que es una regata en la que a bordo de cada barco va un regatista profesional y el resto de la tripulación son amateurs, este era el caso de Simon Speirs.
Simon Peirs, de 60 años, padre de tres hijos, era un abogado jubilado que había pagado 45.000 libras para competir en esta edición de esta vuelta al mundo amateur. Y aunque contaba con 40 años de experiencia como navegante amateur, este año decidió participar en esta vuelta al mundo.
En la edición de 2015 era Andrew Ashman quién fallecía frente la costa de Portugal tras recibir un fuerte golpe con la escota de mayor. En la edición de 2016 fue otra británica, Sarah Young, quién perdió la vida tras ser arrastrada por una ola en el Pacífico Norte. Speirs es el tercer regatista que pierde la vida en la Clipper en los últimos dos años.
Los requisitos para participar en la Clipper Rount The World son muy simples: Tener más de 18 años y sin límite de edad, espíritu de aventura y deseo de un desafío personal. Está claro que con estos requisitos, las posibilidades de tener un accidente son exponencialmente muy grandes.
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