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La vela mundial ha hablado y ha decidido dar un cambio de rumbo radical en su nueva dirección. El chino Quanhai Li es el nuevo presidente después de superar en la ronda final al danés Kim Andersen por 68 votos a 60.
El cambio era necesario a todas luces después del desastre económico y deportivo en que ha dejado Andersen a la vela mundial, con problemas entre otros con el Comité Olímpico Internacional. Andersen ha actuado como un presidente autoritario, sin escuchar a nadie, y al final dando la sensación que la vela estaba a su servicio y no él al servicio de la vela. Me comentaron que Andersen se fue de la oficina antes de que se hiciera pública la proclamación de Li. Esto me recuerda lo que está pasando en España entre la RFEV y el CSD, morder la mano del que te da de comer no es la mejor solución.
La salida de Andersen es una gran noticia para todos, lo que no sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar con el nuevo presidente Quanhai Li, al que hay que dar el beneficio de la duda. Aparentemente no es que fuera el presidente perfecto, ya que no se conoce como regatista, y más como haber sido el gestor de la subsede de vela de Quindao, en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Li ha sido un vicepresidente más que discreto en la última legislatura, ahora tiene la oportunidad de mostrar sus aptitudes al mundo, parece que llega con dinero debajo del brazo –se habla de 10.000.000 de euros- para paliar el grave déficit en el que se encuentra la federación mundial, y para aportar al conjunto. Esto evidentemente si es así ya será una primera noticia. La segunda parte está en que se rodee de buenos asesores, los vicepresidentes le vienen impuestos por elección, pero las personas que tienen que ayudarle técnica y socialmente serán también muy importantes para su futuro tanto presidente y como gestor de la vela mundial.
La gran lástima es que el que podía reunir todas las condiciones idóneas todo apuntaba a que fuera el español Gerardo Seeliger, pero no voy a repetir el porque hoy no es el presidente. Si el mano a mano hubiera sido entre Andersen y Seeliger estaba claro quién hubiera sido el ganador, pero ha habido terceros que se han encargado de que esto no haya sido así.
Desde aquí tan solo me queda desearle toda la suerte del mundo a Quanhai Li.