El Duende 52, un clásico en la vela de crucero catalana y española, ha vuelto a ser noticia por un nuevo susto. Si hace poco más de un año durante el transporte desde Arenys de Mar y Palma de Mallorca para disputar la Copa del Rey, caía al mar su armador, Jacinto Rodríguez de 86 años, en plena noche; el último incidente fue el pasado domingo, cuando el velero tuvo que ser rescatado después de embarrancar frente al puerto de Arenys. Así lo contaba Suso Pérez en La Vanguardia.
El barco volvía a puerto cuando de repente encalló en un banco de arena frente al espigón, lo que provocó que quedara enganchado y tuvo que ser socorrido por varias embarcaciones. Los primeros en llegar fueron miembros del Club Nàutic Arenys con unas neumáticas, pero no fueron capaces de desembarrancar el TP52.
Rápidamente se puso en marcha un dispositivo formado por la Cruz Roja de Mataró, la Salvacat/El Moll y también se puso en marcha la Salvamar Mindaka con base en Barcelona.
Con la ayuda de las embarcaciones de salvamento el Duende fue escorado después de de enganchar una driza con la perilla del palo, lo que permitió que la quilla se soltara de la arena, y así volver a navegar libre.
Fueron casi tres horas angustiosas donde la maniobra no fue fácil, se llegaron a romper hasta cinco cabos de remolque, hasta que finalmente se pudo desencallar el barco. Fue justo en el momento que llegaba la Salvamar y el Duende era remolcado hasta el Club Nàutic Arenys de Mar donde fue izado en su varadero, sin encontrarse aparentemente daños de importancia.
Una anécdota más que podrá explicar Jacinto Rodríguez, y que afortunadamente también puede contar. Sin duda se trata de un barco que además de duende, tiene ángel de la guarda.