Los líderes no fallaron y afianzaron la victoria tras una regata costera de 16,49 millas, a excepción de los Época Cangreja que navegaron 8,02 millas, con salida en la bocana del puerto de Mahón, desmarque al este de la Isla de Colom y llegada dentro de la rada mahonesa. La salida se dio con unas condiciones de 10 nudos de Gregal (NE) pero el viento, aunque se mantuvo estable en cuanto a dirección, bajó hasta los 7-8 nudos.
ÉPOCA CANGREJA
No hubo sorpresas y el Kelpie (1903) de Pelham Olive hizo pleno de primeras posiciones para repetir la victoria que consiguió en la edición de 2016 de la Copa del Rey Repsol. El Marigan (1898) de Tim Liesenhoff, fue segundo en la general. La lucha por la tercera posición la protagonizaron el Ilex (1899) y el Gipsy (1924). Aunque hoy el Gipsy de Ricardo Rubio fue tercero, el Ilex de Germán Ruiz mantuvo la tercera posición en la general con sólo un punto de ventaja frente al Gipsy.
El Kelpie es un Solent 38 Onde Design diseñado por el escocés Alfred Mylne y botado en Southampton, Inglaterra, en 1903, y fue restaurado por los astilleros Fairilie Restoration entre 2009 y 20011. Desde entonces se ha convertido en uno de los aspirantes más fuertes en la categoría de barcos botados antes de 1950 y con aparejo trapezoidal.
ÉPOCA BERMUDIANA
El Cippino II (1949) de Daniel Sielecki, con Martín Billoch a la caña, defendió con garra el título de campeón en Época Bermudiana (barcos botados hasta 1950 con vela triangular). Si bien el Santana (1938) de Wendy Schmidt fue el velero más rápido en tiempo real, el Cippino II se adjudicó la tercera victoria en tres pruebas, relegando a Schmidt y su tripulación a la segunda plaza. El podio lo completó el Fjord III (1947), barco hermano del Cippino, ambos, al igual que el Joanne (1948), diseñados por el arquitecto naval argentino German Frers.
El Cippino II es el tercero de una saga de cuatro “pura sangre” argentinos que marcaron un antes y un después en la vela sudamericana. Construido en 1949 y con aparejo bermudiano, en la actualidad es propiedad del armador Daniel Sieleki y la caña la porta el regatista olímpico argentino Martín Billoch.
CLÁSICOS
Espectacular remontada del Galvana (1974) de los hermano Pella que empezó la competición en la quinta posición y hoy se colocó en le segundo puesto de la general. Esta embarcación, que en todas las pruebas ha sido la más veloz en tiempo real, ha tenido que exprimir al máximo su rendimiento para conseguir sobreponerse al fuerte rating que se le aplica. La otra sorpresa del día la dio el Argos (1964). La embarcación de Barbara Trilling llevaba dos jornadas seguidas ganando y hoy cayó a la cuarta posición, resultado que le permitió mantener el primer puesto y ganar en Menorca por cuarta vez. La tercera posición general, empatando a 9 puntos con el Galvana, fue para el Giraldilla (1963), velero a bordo del cual hoy compitió SM el Rey Felipe VI, quien llevó la caña del que fuera barco de su abuelo, Don Juan de Borbón.& nbsp;
ESPíRITU DE TRADICIÓN
Tampoco hubo ningún sobresalto en la clase Espíritu de Tradición en la que el Legolas (1996) de Jens Ricke se alzó por primera vez como campeón de la cita menorquina de barcos clásicos. El Lohengrin (1974) cumplió también con los pronósticos y fue segundo en la manga del día, a seis minutos del Legolas en tiempo compensado, y se hizo con el subcampeonato. Por su parte, el Stiletto (1961) de Scot Yeates, mantuvo la tercera posición general.
La entrega de premios de la XV Copa del Rey Repsol pondrá el broche de oro a esta nueva edición de la prueba de barcos clásicos que ha organizado el Club Marítimo de Mahón. Su Majestad el Rey Felipe VI, que hoy compitió a bordo del Giraldilla, presidirá la ceremonia de entrega de premios que se llevará a cabo en la terraza del club.
DECLARACIONES
Jens Ricke (Legolas): “Han sido unos días muy bonitos y nuestro triunfo se ha debido al gran trabajo de nuestros tripulantes baleares: los menorquines Jordi Triay, Luciano García (aunque nació en Canarias es hijo de padre menorquín y afincado en Mahón), Laura Triay y Manel Barber, y del mallorquín, Cristian Forné. Hemos disfrutado cada minuto de la regata y conseguir tres primeros no es nunca fácil. El Lohengrin ha sido nuestro gran rival”.
Bárbara Trilling (Argos): “Una experiencia fabulosa y unos días increíbles. Tenemos la mejor tripulación del mundo y una vez más dedicamos el triunfo a mi difunto marido, Luciano Díaz Canedo, que compró este barco en 1964. A bordo vamos 13 personas muy unidas que vivimos con mucha intensidad las regatas”.
Martín Billoch (Cippino II): “Estamos muy contentos de este triunfo porque veníamos de perder la regata del Club de Mar de Palma. La verdad es que el barco es muy bueno pero el hecho de tener la misma tripulación durante los últimos tres años provoca que haya mucha sincronización a bordo. Somos diez argentinos, incluidos mis hijos Germán, Cristóbal e Inés y nos consideramos una familia”.
Tito Galnares (Giraldilla): “Para mí y para mi tripulación ha sido un honor regatear junto a S.M. el Rey Felipe VI en la jornada final. La regata ha sido difícil porque empezamos con menos viento pero con mucha ola y la cosa se nos complicó. La tripulación del Giraldilla está formada por sevillanos, santanderinos, cordobeses. Somos 15 personas que llevamos cuatro años juntos”.
Pelham Olive (Kelpie): «Hemos venido varios años y ganamos en la edición de 2016. Hemos navegado bien y la tripulación no ha cometido ningún fallo, que es lo importante. El puerto de Mahón es un lugar fantástico en el que estar y en el Club Marítimo de Mahón nos tratan muy bien. Espero volver a esta regata durante muchos años».
Día 2
Los líderes no aflojaron en la segunda jornada de la Copa del Repsol de Barcos de Época, en la que el viento de Gregal (NE), algo más flojo que en la inauguración de la regata organizada por el Club de Marítmo de Mahón, permitió completar un recorrido de 11 millas náuticas en forma de triángulo con salida en la bocana del puerto natural de Mahón, Isla de Aire por babor, baliza a dos millas de la costa y llegada (a excepción de la clase Época Cangreja) en el interior de la rada. El viento se mantuvo en torno a los 10 nudos, con algunos roles a levante y pequeñas caídas en su intensidad.
CANGREJA
El Kelpie (1903) no dio tregua en Época Cangreja (embarcaciones botadas hasta 1950 y con aparejo trapezoidal) e hizo valer su velocidad frente al resto de la flota. La embarcación de Pelham Olive invirtió poco más de 2 horas y 3 minutos en completar el recorrido de 7,78 millas y cruzó la línea de llegada con una ventaja en tiempo real de 24 minutos sobre el Marigan (1898). Los de Tim Liesenhoff repitieron la segunda posición de ayer, con lo que mantiene el subcampeonato en la general, y hoy en tiempo corregido cedieron 14 minutos y 38 segundos al Kelpie. La tercera posición sigue siendo para el Ilex (1899), de Germán Ruiz.
ÉPOCA BERMUDIANA
El Cippino, de Daniel Sielecki, uno de los tres diseños de German Frers presentes en la Copa del Rey Repsol, junto al Fjord (1947) y el Joane (1948), lo tiene todo de cara para revalidar la corona que ya obtuvo el año pasado en la clase Época Bermudiana (barcos botados antes de 1950 con aparejo triangular), después de que su máximo rival, el Santana (1935), de Wendy Schmidt, segundo en la general, se clasificará hoy en tercera posición y perdiera casi toda opción de asaltar el liderato.El bronce provisional es para el Fjord III, de Scott Perry, que hoy sólo pudo ser cuarto. El Rowdy (1916), de Tim Goodbody, que navega en cuarta posicion, se mantiene en la lucha por el podio. Este barco diseñado por Nathanael Herreshof fue el más rápido de su clase en tiempo real, pero la compensación lo situó a más de tres minutos y medio del Cippino II.
CLÁSICOS
La categoría de Clásicos está dominada por el Argos, que persigue su cuarta victoria después de las conseguidas en las ediciones de 2012, 2015 y 2016. El velero de Bárbara Trilling, con el mallorquín Matías Gil a la caña, ganó la regata del día con una ventaja de más de cinco minutos en compensado sobre el Giraldilla (1963), de Valle de la Riva, con el que mantuvo una bonita lucha a lo largo de toda la travesía.El líder suma dos puntos, merced a sus dos victorias parciales, por cuatro del Giraldilla. Algo más rezagado se encuentra el Margarita (1972), de Antón de Llano, tercero en la general. Una vez más el Galvana (1974), de los hermanos Pella, fue el velero más rápido de la flota, pero la media hora de ventaja en tiempo real no fue suficiente para superar al Argos. El velero de los Pella, un Sparkman and Stephens construido en madera (ayer por error se informó de que era de aluminio), está muy penalizado por el rating en relación a sus rivales.
ESPÍRITU DE TRADICIÓN
El Legolas (1996) navega firme hacia su primera victoria en la Copa del Rey Repsol. El Spirit 46 de Jens Ricke ganó la segunda manga con mayor solvencia que en la primera jornada. En el día de hoy necesitó dos horas y media para concluir un recorrido de 13,24 millas y sacó una ventaja en compensado de 6 minutos y 26 segundo sobre el Lohengrin (1974), segundo clasificado en la prueba del día en la general provisional. Por su parte, el Stiletto (1961), de Scot Yeates, se mantiene en la tercera posición.
JORNADA FINAL
La XV Copa del Rey Repsol, en la que participan 43 mbarcaciones de 10 países, se renudará mañana, a las 12.00 horas, en que está prevista la visita de SM el Rey Felipe VI al Club Marítimo de Mahón.
DECLARACIONES
Tim Liesenhoff (armador y patrón del Marigan): “Nosotros hemos hecho una muy buena regata pero la velocidad del Kelpie, que tiene material nuevo, es superior a la nuestra. El ‘Kelpie’ optimiza al máximo sus recursos. Esta vez aspiramos a ser segundos, a no ser que ellos tengan alguna rotura mañana. La prueba de hoy ha sido buena, con poco viento al principio pero con subida al final. No puedo más que felicitar a mi tripulación”.
Martin Billoch (patrón del Cippino II): “Sí, la verdad es que ahora mismo partimos como favoritos para el triunfo final, pero en la última jornada tendremos que estar muy pendientes del ‘Santana’, que regatea muy bien”. “La regata de hoy ha sido estupenda para nosotros: poco viento al principio y subida en el tramo final, una prueba rápida y técnica”. “El año pasado ganamos y este año esperamos revalidar el éxito”. “¿Qué haremos en la última prueba? Pues, marcar de cerca al ‘Santana’ y, como se dice en fútbol, colgarnos del larguero”.
Matías Gil (patrón del Argos): “Hemos salido con los Espíritu de Tradición, que son barcos más modernos que los clásicos, y nos han virado encima. Eso nos ha obligado a realizar más maniobras, pero hemos podido hacer una empopada espectacular. El viento ha soplado del NE y ha rolado en algunos casos 20 grados. Ha habido mucha corriente que ha sido favorable en el rumbo de popa y contraria en la ceñida. Ha habido que jugar entre el role y la corriente”.
Día 1
La XV Copa del Rey Repsol de Barcos de Época largó amarras este mediodía con una jornada inaugural de regatas de las que hacen afición. El viento se entabló en 50 grados y con 14 nudos de media en el área de regatas, comprendida entre la salida del puerto natural de Mahón y la urbanización de Binibeca, con un primer y un cuarto tramos expuestos a la fuerte marejada generada por el Gregal (NE) y los otros dos al socaire de Punta Prima. Una travesía de algo más de 17 millas náuticas en la que los barcos más modernos y rápidos de la flota sortearon el descenso de la intensidad del viento a media tarde y cuyo final, en el interior de la rada de Mahón, ofreció imágenes espectaculares.
CANGREJA
El Kelpie (1903) se colocó al frente de la clase Época Cangreja, que agrupa a las embarcaciones botadas con anterioridad a 1950 y con aparejo trapezoidal. La embarcación de Pelham Olive obtuvo una renta de sólo 12 segundos sobre el Marigan (1898), de Tim LIesenhoff, que había sido clasificado por error como ganador en la primera versión de la general provisional. El Kelpie disfruta de una bonificación de un 2% en virtud de las características de su aparejo que no habían sido tenidas en cuenta. Ambos barcos buscan repetir victoria en la Copa del Rey Repsol. Marigan se coronó en 2015 y Kelpie en 2016. El tercer puesto fue para otro barco del siglo XIX, el Ilex (1899), del armador Germán Ruiz.
BERMUDIANA
En la clase Época Bermudiana (antes Marconi), donde se dan cita los barcos anteriores a la mitad del siglo XX con vela triangular, el argentino Cipino II (1949), del armador Daniel Sielecki y patroneado por Martin Billoch, puso rumbo a la reedición de la victoria obtenida el año pasado en el Club Marítimo de Mahón. El barco diseñado por Germán Frers cruzó la línea de llegada después de 3 horas y 6 minutos de travesía, y sacó cuatro minutos y medio de ventaja en tiempo corregido al segundo clasificado, el Santana(1938), un yawl diseñado por Sparkman and Stephens. El velero patroneado por Connor Wallace no entraba en los pronósticos, pero consiguió réditos notables sobre dos de los favoritos: el Fjord III (1947), de Scott Perry, y el Blitzen (1938), en el que desempeña la labor de táctico el navegante oce&aa cute;nico Jules Salter, participante en la Volvo Ocean Race a bordo del AzkoNobel.
CLÁSICOS
Un favorito que no falló en la primera jornada fue el Argos (1964), de Bárbara Trilling, con Eduardo Méndez a la caña, que obtuvo su cuarta victoria consecutiva en una prueba del Campeonato de España de Barcos Clásicos, tras ganar las tres mangas de la Regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar Mallorca, regata puntuable previa a la Copa del Rey Repsol. La embarcación del New York Yacht Club defendió su rating frente a una flota mayoritariamente superior en eslora y dejó claro que su objetivo es repetir el triunfo en la categoría de Clásicos (barcos construidos entre 1950 y 1975, así como réplicas fieles al diseño original) que ya obtuvo en las ediciones de 2012, 2015 y 2016. El Giraldilla (1963), la embarcación que perteneció a don Juan de Borbón, abuelo del Rey Felipe, cedió seis minutos en compensado y navega e n segunda posición de la general, seguido del Margarita (1972), de Ignacio de Llano. El menorquín Pepe Negrete, al mando del Yanira (1954), no pudo hacer valer su conocimiento del campo de regatas y tuvo que conformarse con la cuarta posición provisional. El velero más rapido de esta clase (y del conjunto de la flota) fue el Galvana, de los hermanos Pella, un Sparkman and Stephens de 1974 y construido en aluminio que hoy hubiera necesitado sacar casi tres cuartos de hora al vencedor para ganar la regata.
ESPÍRITU DE TRADICIÓN
El Spirit 46 Legolas (1996), de Jens Ricke, venció en la clase Espíritu de Tradición, con el Puma 34 Lohengrin (1974) navegando a muy poca distancia de su popa y el Stiletto (1961) bastante más rezagado. Los dos primeros clasificados mantendrán una cerrada lucha por la victoria que les ha negado durante años el Calima (1970), once veces campeón de la Copa del Rey Repsol, ausente este año de la competición por “problemas técnicos”.
DECLARACIONES
Rodrigo Alvarez, tripulante Argos: «Nos ha ido mejor de lo que esperábamos. El barco funciona muy bien con las condiciones que hemos tenido hoy y además hemos hecho una buena salida. Tenemos duros competidores con el Giraldilla y el Galvana».
Alex Pella, patrón del Galvana: «Ha sido un día espectacular. Hemos disfrutado porque el recorrido y el lugar perfecto para este tipo de regatas. Mantenemos casi la tripulación del año pasado, con Pablo Santurde como mi mano derecha, lo cual facilita mucho las cosas»
Scott Perry, armador del Fjord III: «Este en nuestro segundo año en la Copa del Rey y estamos encantados con la organización y el hecho de que todo esté a mano. Hoy hemos tenido un buen viento de entre 10 y 17 nudos, que nos es muy favorable, y así hemos conseguido quedar terceros. Navegar en Clásicos es algo especial porque la gente no es tan competitiva como en otras clases. Somo todos amigos».
ACCIDENTE
El Natica pierde el mástil
Se acabó la XV Copa del Rey Repsol para el ‘Natica’, de Patrick de la Chesnais, que en la jornada inaugural de hoy jueves ha roto el palo y ha tenido que abandonar la regata. Uno de sus tripulantes, Fernando de Vilallonga, ha señalado que el armador había adquirido el barco «hace cuatro meses» y que esta era la primera prueba en la que competían.
«Antes de la regata habíamos revisado todo pero, por lo visto, un obenque estaba corroído por dentro y ha cedido», ha señalado De Vilalllonga. «No habíamos cambiado la jarcia, es verdad, pero la rotura total del palo no se ha producido por haber navegado forzado».
«Volvíamos de la primera boya, antes de la Isla del Aire, en ceñida, con la mayor y el génova desplegados y, de repente, escuchamos un latigazo en el obenque de babor, que se rompió totalmente. Enseguida, crujido tremendo del mástil, y medio palo y velas al agua…»
«Hemos tenido mucha dificultad para sacar el mástil del agua y las velas», ha admitido el tripulante del ‘Natica’, quien ha relatado: «Una zodiac de la organización nos ha venido a ayudar y hemos conseguido plegar las velas e izar el palo al interior del barco…»
«Para llegar a puerto, pusimos el motor, pero se calentó y al final debimos ser remolcados hasta tierra por la organización», ha concluido De Vilallonga.