Las aguas andan revueltas en el Club Nàutic El Cambrils, y no es por los efectos de la tormenta Gloria, que ha azotado recientemente la costa catalana. Se avecina tormenta después que un centenar de socios hayan firmado en pro de una moción de censura contra el actual presidente Ramon Vallverdú.
Está claro que esto ha enrarecido más si cabe el ambiente en uno de los clubes de referencia de la costa tarraconense. Los promotores de la moción de censura, en la que hay dos miembros de la junta directiva de Vallverdú, esperaban que Vallverdú dimitiera después de perder una votación en la última asamblea; pero todo apunta a que no será así y ahora hay un tiempo legal de 20 días para convocar una asamblea extraordinaria donde se votará dicha moción, después que un centenar de socios la entraran este mismo martes día 28 de enero.


Vallverdú en rueda de prensa ha pasado de hacer una defensa alegando su “honorabilidad, gestión, transparencia y buenos resultados económicos del club”, a pasar a un ataque contra los socios díscolos: “Hemos roto con los privilegios económicos e industriales tenían”.


También ha dicho que “se ha pasado de cerrar con números negativos a hacerlo en positivos”. Lo que se ha olvidado decir, por ejemplo, es que incumplió un acuerdo económico que tenía con el regatista olímpico Jordi Xammar en 2018, lo que provocó la marcha al Club Nàutic El Garraf del que, a fecha de hoy, es el máximo favorito del equipo olímpico español –junto con su compañero Nico Rodríguez– para conseguir una medalla en Tokio 2020. ¿Cerrar números en positivo a costa de los deportistas? Esto no está bien.
Lo cierto es que el club está roto en dos y sus socios serán lo que tiene la potestad de decidir si quieren continuidad o cambio antes de que se agote esta legislatura.