El foil de un Nacra 17 amputa cuatro dedos a Bora Gulari

Primer accidente grave del nuevo Nacra 17 con foils. Ha sido en aguas de La Grande Motte (Francia) cuando el catamarán que patroneaba el estadounidense Bora Gulari volcó y uno de los foils cortó cuatro dedos de la mano derecha del patrón americano. Gulari y su tripulante Helena Scutt estaban entrenando para el Campeonato del Mundo de Nacra 17 que tendrá lugar en próximas fechas en aguas de esta localidad de la Costa Azul francesa.

Había unos 18 nudos de viento cuando tuvieron el accidente y en cuestión de segundos ocurrió todo. Fue al volcar cuando el patrón cayó en picado con la mala fortuna que su mano acabó en el foil de estribor, que actuó como una auténtica cuchilla sobre la mano de Gulari.

Cuando llegó la lancha del entrenador del equipo olímpico italiano Gabriele Bruni, se encontró que Scutt estaba sosteniendo a Gulari, que había quedado semiinconsciente y perdiendo mucha sangre, con el riesgo de ahogarse. Bruni consiguió sacar a Gulari del agua y le practicaron los primeros auxilios y avisaron por radio a puerto para que llamaran urgentemente a una ambulancia. Bruni explicaba a Michele Tognozzi de Fare Vela que “la escena era brutal, me pidió en la gommone que le quitara el guante ya que perdía mucha sangre y le pusimos un antiséptico, mientras gritaba de dolor”.

Bruni llevó rápidamente al herido a puerto, y Santiago Lange, que también estaba en la zona en el momento del accidente, ayudó a Scutt a volver a puerto con el Nacra 17.

El hecho que llevara guante hizo que los dedos se mantuvieran sostenidos, con lo que en el hospital pudieron intervenir rápidamente, y todo apuntó que la operación fue bien. El propio Gulari comentó horas después que estaba dispuesto a seguir navegando y una vez esté recuperado, en los próximos meses seguirá preparando junto a Helena la campaña para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Con estos barcos tan radicales está claro que en caso de accidente una intervención rápida es fundamental, con lo que se hace imprescindible que los equipos tengan una lancha de apoyo. En este caso estaba la de la Federación Italiana de Vela, pero en otros casos muchas veces las tripulaciones salen solas a entrenar, y de no haber sido porque había más equipos en el mar, las consecuencias podrían haber sido aún peores.