Alinghi Red Bull Racing estaba entrenando en Barcelona en una de las sesiones habituales de entrenamiento para la 37 America’s Cup, cuando los problemas con el control de vuelo provocó un espectacular ‘pinchazo’ a gran velocidad con el viento en popa, que hizo que se levantara demasiado y en la caída se rompería el foque. El impacto provocó, además de la rotura, la lesión de uno de sus tripulantes.
Sobre la caída en picado, uno de los cañas del equipo, Bryan Mettraux, se mostró muy serio: «Sí, estábamos saliendo de una trasluchada y volábamos demasiado alto en la salida y perdimos el control del timón, así que el barco se hundió muy rápido y, sí, teníamos a uno de nuestros grinders un poco herido, pero las noticias (sobre él) son bastante buenas… Creo que toda la tripulación hizo un buen trabajo para ponerle a salvo».