Como la ocurriera hace unas semanas con Alinghi y más recientemente con Team New Zealand, los vuelcos de los barcos de entrenamientos y prueba de los equipos de Copa América están a la orden del día.
El último en zozobrar ha sido Luna Rossa, que mientras navegaba tranquilamente con su prototipo LEQ12 en aguas de Cagliari, de repente una subida brusca de viento de más de 20 nudos, hizo que el barco perdiera el control y acabara volcando, sin consecuencias para la tripulación.
Max Sirena explicó a FareVela que “Habíamos salido con poco viento para probar el J1, pero luego el viento aumentó rápidamente hasta los 16-18 nudos, tanto que montamos el foque J4. Empezamos ceñida haciendo unas cuantas viradas, pero el viento subió cerca de los 20 nudos y una ola de casi un metro con lo que el barco volcó, algo bastante común en esta maniobra cuando se pierde velocidad.
Enderezamos el barco en poco tiempo y no sufrió ningún daño. Tras consultar con los timoneles Jimmy Spithill y Ruggero Tita, decidimos bajar a tierra dada la hora y que el viento había llegado ya a los 21-22 nudos. Fue una buena semana y pudimos navegar lo suficiente probando las nuevas soluciones y probando el mástil después de las reparaciones. Todo según lo previsto.
El día todavía fue útil porque teníamos la confirmación de que con olas de hasta 0,7-0,8 metros los LEQ12 son manejables, con olas de un metro o más se vuelve difícil, especialmente en los lados de popa donde el vuelo es más alto y es fácil perder estabilidad. En estas condiciones y con viento superior a 22 nudos se convierten en condiciones de supervivencia. Dadas las condiciones de Barcelona fue una experiencia muy útil».
