Nandu Muñoz nos ha dejado a los 62 años, y lo ha hecho rápido, demasiado rápido. Nandu no era un regatista más, era también una especie de ángel de la guarda para muchos de sus compañeros. Médico de profesión, fue el doctor en muchos equipos sobre todo de vela oceánica, de lo cuales formó parte activa como tripulante, caso de la Withbread, la vuelta al mundo que navegó a bordo del Licor 43 (1981) y Fortuna Extra Lights (1989), o bien cuidándoles desde fuera, como el Acciona de Bubi Sansó en la Vendée Globe y de los distintos equipos de la escudería de la Barcelona World Race, en las tres ediciones que se han celebrado hasta la fecha.
Nandu, gerundense de pies a cabeza, era un enamorado de su Girona natal, l’Empordà, la Costa Brava y L’Escala, desde donde nos ha dicho adiós.
Sus amigos son los que mejor pueden definir lo que fue. En este caso he elegido un comentario de Guillermo Altadill, y que reza lo siguiente:
Hola Nandu, ya sé que no estás entre nosotros físicamente, este fin de semana estuve con nuestro amigo Paco Fernández y hablamos de ti. Tu y Paco me enseñasteis cuando era más que un mocoso lo que era navegar entre icebergs, el Índico, lo que era aguantar sin quejarse, a disfrutar de las regatas oceánicas con humor y sensibilidad. Yo nunca había visto un albatros hasta que Nandu me lo enseñó volando entre las olas.
Ahora Nandu estás entre esas olas y esos albatros, donde todos los que navegamos contigo nos gustaría volver. Cuando vuelva a ese océano, seguro que en lo primero que pienso es en esas gafas a lo John Lenon que llevabas cuando te conocí y en el doctor que siempre nos cuidó cuando estábamos en medio de una borrasca o en una pesada encalmada.
Nandu, te echaremos de menos.
Guillermo Altadill