El Comité Olímpico Internacional (COI) se ha dado un plazo de cuatro semanas para decidir si pospone los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en medio de crecientes críticas por la manera en que hace frente a la pandemia del COVID-19.
El COI quiere reunirse con las autoridades de Japón, mandatarios del deporte internacional, medios con derechos de televisión y patrocinadores para abordar la situación y el escenario en el que se encuentran actualmente los Juegos Olímpicos, que tienen como fecha de celebración del 24 de julio al 9 de agosto. Lo que tienen claro desde el máximo organismo olímpico, es que la cancelación de los Juegos no entra en sus planes.
El presidente del COI, Thomas Bach, ha enviado una carta a los deportistas en la cual explica la decisión y el motivo por el que se tardará tanto tiempo tomarla, a su vez reconoció que ese largo periodo de cuatro semanas podría no ser del agrado de todos.
“Comprendo que esta situación sin precedentes no responde muchas de sus preguntas”, escribió. “También sé que este enfoque racional quizá no se ajuste a las emociones por las que muchos de ustedes están pasando”.
Mientras tanto los Comités Olímpicos de Canadá y Australia anunciaron horas más tarde que el país no enviaría una delegación de deportistas a los Juegos a menos que éstos sean pospuestos un año.
Por su parte, el primer ministro japonés Shinzo Abe dijo que posponer los Juegos de Tokio sería inevitable en caso de que el evento no pueda realizarse por completo debido al impacto del coronavirus.
Abe habló durante una sesión del parlamento japonés sobre el plan del COI de evaluar la situación en las próximas semanas y tomar una decisión, la cual podría incluir un aplazamiento. Sin embargo, el primer ministro descartó la posibilidad de cancelar los Juegos de Tokio.
Horas después del anuncio de Bach, el presidente de World Athletics -órgano rector del atletismo a nivel mundial-, Sebastian Coe, mandó una misiva a Bach en la que señaló que realizar los Juegos Olímpicos en julio “no es ni factible ni deseable”. Coe subrayó varios motivos, incluyendo la imparcialidad competitiva, la probabilidad de que los deportistas entrenen de más ante un calendario de competición reducido y la incertidumbre causada por las órdenes de muchos gobiernos de cerrar gimnasios y otras instalaciones para ejercitarse.
“Nadie desea que los Juegos Olímpicos sean pospuestos, pero…no podemos llevar a cabo el evento a toda costa, seguramente no a costa de la seguridad de los deportistas”, sostuvo. “Una decisión respecto a los Juegos Olímpicos podría resultar muy obvia en poco tiempo”.
Sin embargo, tal decisión podría no tomarse en menos de un mes.
El COI detalló que todas las opciones están siendo consideradas “se relacionan con la modificación de planes operacionales existentes para que los Juegos empiecen el 24 de julio de 2020 y también para cambios a la fecha de inicio de los Juegos”.
El cambio de estrategia se da después de que Bach tuviera un videoconferencia con todos sus directivos.
Bach ha dicho que los organizadores están comprometidos de lleno para que empiecen el 24 de julio, a pesar de que los entrenamientos de los deportistas, eventos de clasificación y la preparación de los Juegos en Tokio se están viendo cada vez más afectados por el coronavirus.
Las críticas sobre esta postura han aumentado en los últimos días por parte de medallistas olímpicos y por un integrante del COI, antes que Bach finalmente reconociera que es posible un plan alterno.
Los comités olímpicos de Brasil y Eslovenia pidieron que los Juegos Olímpicos fueran pospuestos hasta 2021. El organismo que rige el deporte olímpico de Noruega señaló que no quiere que los atletas acudan a Tokio hasta que la crisis sanitaria global esté bajo control.
Las federaciones estadounidenses de atletismo y natación -dos de los tres deportes más importantes de los Juegos Olímpicos- exhortaron al Comité Olímpico de Estados Unidos a solicitar el aplazamiento de la competición.
“Hay un incremento drástico de casos y nuevos brotes de la enfermedad COVID-19 en distintos países de todos los continentes”, aseveró el COI. “Esto llevó a (la junta) a la conclusión de que el COI necesita tomar el siguiente paso planteando un escenario alterno”.
El COI informó la semana pasada que alrededor de 4.700 de las 11.000 plazas para los Juegos Olímpicos aún está por designarse.
Bach reconoció que un calendario reducido o radicalmente alterado para esos eventos podría generar problemas, pero también planteó varias razones por las que el COI no debería apresurarse a tomar una decisión.
Entre los motivos subrayó la disponibilidad de las sedes que están programadas para ser usadas a mediados de este año, pero que podrían no estar disponibles en fechas posteriores.
“El tomar hoy una decisión sobre una postergación no podría determinar una nueva fecha para los Juegos Olímpicos ante la incertidumbre de los sucesos en ambas direcciones: una mejora, como lo estamos viendo en varios países gracias a las severas medidas que se están tomando, o una situación de deterioro en otros países”, dijo Bach.
“Las vidas humanas tienen prioridad sobre todas las cosas, incluida la realización de los Juegos”, escribió Bach. “El COI quiere ser parte de la solución”.