El sábado día 13 de febrero el regatista catalán Didac Costa se convertía en el primer español en completar dos Vendée Globe, a bordo de su barco One Planet, One Ocean, tras llegar a Les Sables d’Olonne. Seis días después cambiará el traje de agua por el de bombero, Pero Didac es feliz.
¿Después de tres meses en alta mar, le ha dado tiempo a pensar en lo que ha conseguido?
“A medida que me iba acercando a la llegada eres consciente de que estás apunto de terminar la Vendée, pero hasta que no cruzas la meta sabes que esto no está hecho; pero cuando llegas es uno de los momentos más impactantes de la regata. Pero sí, los últimos días lo vas asumiendo. Es una regata muy larga y dura, y piensas en todos los días que has estado navegando”.
Acabar la Vendée era el primer paso, pero cuando vio que era ya una realidad, ¿se puso otros objetivos como el de bajar de 100 días?
“En toda vuelta al mundo el primer objetivo es terminar, pero como ya había hecho la anterior es cierto que nos marcamos bajar el tiempo de la primera Vendée y bajar de los cien días. No deja de ser una competición, y evidentemente lo que se busca es ir lo más rápido posible. Lo he hecho en 97 días, una cifra bonita y además tenía la referencia de los tiempos que había hecho Ellen MacArthur con este barco cuando acabó segunda en el año 2000”.
MacArthur la hizo con este barco en 94 días, y usted tardó sólo tres más. ¿Vio que podía mejorar esta marca?
“Teníamos la referencia de la Vendée del año 2000, aunque evidentemente ha habido cambios, pero lo teníamos ahí. En relación a Ellen MacArthur hice prácticamente los mismos tiempos, día arriba, día abajo, en los pasos por el ecuador, Buena Esperanza, Leeuwin, Hornos; pero en el último tramo del Atlántico Norte ella lo hizo en trece días del ecuador a Les Sables y yo cuatro días. No es una excusa ni mucho menos por mi parte, estoy muy contento”.
A diferencia de su primera Vendée en la que tuvo que volver en las primeras horas debido a una avería, en esta prácticamente ha ido en un grupo de 4-5 barcos en toda la vuelta.
“Sí, la otra vez cuando volví a salir prácticamente toda la flota había pasado ya el ecuador. En esta ocasión hemos ido varios barcos bastante juntos, sobre todo con Medalia, lo cual también es una motivación y una tranquilidad. Incluso nos mandábamos mensajes de cómo íbamos o como estábamos. Ha estado muy ajustado. En la anterior ocasión sí estuve casi siempre cerca de Roman Atanasio, era solo un barco, en esta ocasión hemos sido varios. Ha sido una regata diferente”.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención en esta vuelta al mundo?
“Precisamente esto, el poder navegar dentro de un grupito de barcos, porque ahora uno iba más rápido, luego más lento. Tienes unas referencias que en la anterior no tuve. Ha sido una edición algo distinta a lo habitual por la méteo que ha habido. La mezcla de barcos nuevos, antiguos, ha sido curioso”.
En este tipo de regatas siempre hay anécdotas que recordar. ¿Cuéntenos que le pasó con sus botas?
“Normalmente llevo dos pares de botas por si acaso, ya que si te quedas sin, tienes un gran problema y más en este barco que no está protegido. Y lo que me pasó que es que en uno de los pares, cogí dos botas del mismo pie. Hay uno que es más de invierno que cuesta más de poner, y a veces si hay que salir rápido necesitas otro que sea más fácil porque a veces estos segundos son muy importantes. Las que tenían el mismo pie eran las rápidas, pero bueno, suerte que me llevó las otras” (sonríe).
Usted ha sido el único participante cien por cien amateur. En Francia ha llamado mucho la atención que usted tenga que incorporarse rápidamente a su trabajo después de dar una vuelta al mundo.
“Es muy significativo. Supongo que es por la diferencia que hay de conocimiento de la vela y de la Vendée. En Francia es un evento muy conocido y es cierto que les sorprende mucho que alguien tenga que trabajar nada más terminar la Vendée, cuando es una cosa tan extraordinaria como evento. Es la dimensión que hay en Francia, es poco creíble para ellos que alguien tenga esto como hobby y que luego tenga que trabajar. En España si no trabajas es difícil hacer una Vendée, pero ya lo he intentado durante muchos años dedicarme sólo a esto, pero no me ha sido posible”.
Ha hecho historia, ya que es el único español en haber terminado dos Vendée Globe. ¿Le gustaría hacer una tercera?
“Es difícil de decir, pero evidentemente que es una cosa que me motivaría seguro. No puede decir que sí o que no, estoy cansado, pero hacer una Vendée con un barco más rápido seguro que me gustaría”.
Y a la llegada el premio de un buen plato de pulpo a la gallega.
“Cuando llegas te preguntan que te apetecía comer, y en la pasada edición dije pulpo a la gallega, pero no lo tuvieron. Y en esta cuente llegué ya tenían preparado el pulpo…pero a la sablesa”. (risas)
Puedes escuchar la entrevista en audio en nuestro podcast #25 Tripulante18: ¡Sí, sí, sí, Didac ya está aquí! ?▶️