No es nuevo para aquellos que disfrutan de la buena gastronomía que el atún rojo se ha convertido, ya desde hace algún tiempo, en una pieza codiciada para una buena mesa y una garantía de éxito en cualquier ágape que se precie.
Ese es uno de los motivos por los cuáles diversas empresas están, o bien centrando su negocio en este preciado producto, incluso aunque ello signifique renunciar a otras posibilidades, o bien expandiendo su oferta relacionada con el atún rojo, incorporando otros productos elaborados que parten de esta materia prima.
Y aunque este apreciado animal ya convive con nuestra gastronomía desde hace largo tiempo, no podemos despreciar el impacto que ha tenido el hecho de conocer y disfrutar de la cocina japonesa en nuestro país, que ha mostrado un gran boom desde hace ya más de una década y media. El hecho de descubrir la potencialidad del pescado crudo, algo inimaginable hace algunos años, también tiene que ver una mayor demanda y reconocimiento del atún rojo en nuestra tierra.
De hecho, este pescado es venerado en el país del sol naciente, y sus piezas se subastan por cantidades astronómicas, especialmente cuando hablamos de grandes ejemplares, de los cuales se obtienen exquisitos bocados, muy anhelados por sus habitantes y que representa uno, si no el principal, de los buques insignia de su cocina.
Pero ya sea en Asia o aquí, lo que es innegable es su papel en la cocina mediterránea y su alto contenido de nutrientes y propiedades dietéticas; así, el atún rojo aporta, además de las proteínas, ácidos grasos y omega3, y también minerales y vitaminas.
Por otra parte, ofrece un variado abanico de posibilidades para su preparación: además del Sushi y Sashimi, podemos comerlo a la plancha o a la barbacoa, preparado en croquetas o albóndigas, en ceviche o en tartar (con aguacate en ambos casos), en una ensalada o en carpaccio, y la lista podría seguir y seguir. Por lo que podemos aunar la creatividad culinaria con una dieta rica para el organismo, además de un placer para los sentidos.
Evidentemente, este animal, como cualquier otro, no es ajeno a los cambios medioambientales: se ha observado una tendencia al cambio en sus rutas, que se estarían dirigiendo al Polo Norte debido al cambio climático y con el objetivo de encontrar aguas más frías. Esto provocaría que no todos los países puedan seguir pescando esta importante fuente de proteínas y nutrientes, y que la inversión en navíos de pesca deba ser mayor, pues mayores serían los desplazamientos.
Está claro que todavía queda mucho que hacer en materia de protección del planeta, a pesar de que no son pocas las recomendaciones de organismos oficiales o las iniciativas puestas en marcha, tanto a nivel de asociaciones como de corporaciones privadas, que realizan diversos eventos de concienciación.
De hecho, se han producido en los últimos tiempos campañas de sensibilización centradas, de forma concreta, en el mundo marino; un buen ejemplo de ello era la que lanzó Damm recientemente, y de la que nos hicimos eco en esta web, sobre la protección del litoral mediterráneo y el efecto nocivo de los residuos plásticos.
Por tanto, aquí tenemos un motivo más para concienciarnos del cuidado del planeta, y es que uno de los mayores manjares que nos puede ofrecer el mar podría verse en peligro si no revertimos la situación medioambiental.
El atún rojo tiene mucho que ofrecernos, como hemos visto, tanto a nivel nutricional como a nivel culinario, y su figura cada vez es más apreciada tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, sin embargo, la posibilidad de seguir disfrutándolo pasa no sólo por concienciarnos sino también por concienciar a los que nos rodean sobre la importancia de cuidar el medio marino y el medioambiente en general, así como exigir a empresas y organismos oficiales que tomen parte activa en su protección. Es mucho lo que nos jugamos perjudicando a este medio que tanto nos ofrece.