A mediados de la semana pasada se vivió una desagradable situación en las instalaciones de Puerto Sherry debido a la más que criticable actuación de la Real Fundación Hispania de Barcos de Época, derivada de su intento de apropiarse, por dos veces -el miércoles y jueves-, de forma absolutamente injustificada e improcedente de los barcos clásicos Hispania y Giraldilla, que en la actualidad se encuentran bajo la legítima posesión de la entidad Marina Puerto de Santa María, S.A.
En este sentido, a primera hora de la mañana del miércoles día 2 de junio el equipo jurídico de la Real Fundación Hispania de Barcos de Época se personó en las instalaciones de Marina Puerto de Santa María, S.A, con el fin de llevarse de Puerto Sherry los barcos clásicos Hispania y Giraldilla, en base a un Decreto dictado por un Juzgado de Primera Instancia de Madrid.
Una vez examinado el referido Decreto se pudo verificar que el procedimiento en el que ha recaído es absolutamente ajeno a Marina de Puerto de Santa María, S.A., pues dicha entidad no ha sido parte en el mismo, razón por la cual la pretensión de la Real Fundación Hispania de Barcos de Época resultaba improcedente.
Como consecuencia de ello y habida cuenta de que la entidad Marina de Puerto de Santa María, S.A. es en la actualidad la legítima poseedora de ambos barcos de vela clásica en base a lo dispuesto en el Convenio suscrito con la Fundación Isla Ebusitana en fecha 27 de febrero de 2015 y de conformidad con lo acordado por el Auto n.º 152/2019 del Juzgado de lo Mercantil nº. 1 de Cádiz, la actuación de la Real Fundación Hispania de Barcos de Época resultó totalmente infructuosa.
De este modo, una vez que los agentes de la Policía Nacional personados en Puerto Sherry a instancias del Letrado de la Real Fundación Hispania de Barcos de Época fueron informados por Marina de Puerto de Santa María, S.A. de la realidad de los hechos sucedidos -los cuales fueron deliberadamente omitidos por la Real Fundación Hispania de Barcos de Época- con lo que decidieron abandonar las instalaciones, entendiendo por tanto que la petición de tal Fundación resultaba del todo improcedente, circunstancia esta confirmada por el Juzgado de Guardia de El Puerto de Santa María.