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En Valencia tan sólo les faltaba encender la mascletá para dar la bienvenida a mister Dalton, que ya se había dejado querer. Y cuando todo parecía encarrilado, llegó la DANA, que sacó a relucir la incompetencia política, y que se ha llevado también la Copa América por delante. La alcaldesa Catalá echa balones fuera. Claro, son políticos, y no son capaces de mirar al día después de la reconstrucción y sólo piensan en su rédito electoral.
A lo mejor, una Copa América en Valencia dentro de cuatro años tampoco sería tan mala idea, porque la vida sigue. Mientras tanto Dalton, sigue esperando una señal.
