El domingo día 4 de septiembre partió desde Les Sables d’Olonne la Golden Globe Race. En dicha salida debía de haber estado el catalán Aleix Sellés, pero tuvo que verla desde la barrera porqué no ha llegado a tiempo el palo que encargó en tiempo y forma, pero el fabricante no ha cumplido con los plazos, dejando provisionalmente el Onsoro, el nombre del barco, en puerto. Aunque sí hizo a la mar con el resto de barcos con un aparejo de fortuna, pero volviendo de nuevo a Port Olona.
El reglamento de la Golden Globe Race permite que un barco pueda tomar la salida hasta una semana después, es decir que el domingo 11 de septiembre a mediodía es el tiempo límite que tiene Sellés para tomar la salida. El regatista catalán no quiere perder la esperanza y ha visitado en la última semana hasta dos veces la empresa encargada de fabricar su palo. Sin duda un auténtico despropósito y de seriedad por parte del fabricante, que sabedor que este palo era para participar en una regata, no ha cumplido con los plazos y está jugando con el dinero y el tiempo invertido por su cliente para poder estar en esta vuelta al mundo.
La Golden Globe no es una regata cualquiera. Es una vuelta al mundo con barcos diseñados antes de 1984, en solitario, sin escalas, sin asistencia de ningún tipo, sin electrónica, sin contacto con el exterior, con lo que los barcos no saben dónde están sus rivales. Todo muy vintage.
Por delante seis meses de travesía, con lo que si el Onsoro puede salir antes del domingo, no habrá sido tan grave. El tema está en que llegue finalmente el palo. Aleix no pierde la esperanza y muestra optimismo.