Nuevo empate en la final de la Louis Vuitton Cup, en esta ocasión a 4 victorias. Y todo apunta a que va para largo y todo apunta a que llegaremos a la jornada del sábado para saber qué equipo desafiará a Emirates Team New Zealand.
En la quinta jornada de finales, otra vez el protagonista en modo de averías fue el Luna Rosa Prada Pirelli, que no para de romper cosas. Si no es el carro de la mayor, es la propia vela mayor o en el último caso, la pérdida del control del timón que acabó con un pinchazo con una ola que se llevó media estructura de cubierta por delante.
No hay manera de que Luna Rossa Prada Pirelli tenga una jornada tranquila en la Louis Vuitton Cup. Este martes, con condiciones de navegación ideales—viento del suroeste (garbí) entre 16 y 21 nudos y olas de medio metro a un metro—el equipo italiano enfrentó un nuevo contratiempo: una avería electrónica y un ‘descosido’ al inicio de la primera empopada, dejando que INEOS Britannia, se escapara sin presión y ganando el match que ponía el 4-3 en el marcador.
Reparación a contrarreloj
La avería obligó a una reparación sobre el mismo casco de fibra de carbono, con el CEO del equipo, Max Sirena, incluso ayudando a pegar la protección sobre la cubierta, donde llegó a haber más de quince personas a bordo del AC37 para reparar contrarreloj el desaguisado, ya que tenían menos de 30 minutos para que se diera la seña de atención de la siguiente manga.
A pesar de la situación, los azzurros no se dejaron amilanar y, tras un apaño provisional, salieron listos para la siguiente regata, la octava.
Penalización a INEOS Britannia
En la pre-salida INEOS Britannia cometió un error que a la postre acabaría pasándole factura, después de sobrepasar el límite del campo de regatas, lo que resultó en una penalización de 75 metros. Esta acción se convirtió en una ventaja crucial para Luna Rossa, que no tardó en marcar distancia desde la línea de salida, llegando a tener una ventaja de 350 metros en un momento y cruzando la línea de meta con 16 segundos de ventaja.
La celebración fue enorme en la base italiana, ya que este triunfo no solo representó un respiro para el equipo, sino que también dejó la sensación de que INEOS Britannia había perdido una oportunidad de oro para ampliar su ventaja en dos puntos.
Resiliencia Italiana
A pesar de los contratiempos, Luna Rossa mostró su capacidad de recuperación. Con un barco que se comporta como una «bala de plata», su equipo de timoneles, trimmers y cyclors, todos con gran experiencia, se mantiene firme en su objetivo de llevar a Italia a la Jarra de las Cien Guineas.
Por su parte, INEOS Britannia batió un nuevo récord de velocidad, alcanzando los 55,5 nudos, aunque esto no fue suficiente para compensar el hecho de no poder sumar ningún punto.
Declaraciones Post-Regata
James Spithill, del equipo italiano, expresó orgullo por cómo el equipo manejó la situación: “Todo el crédito para el equipo de apoyo. Estamos orgullosos de lo que hemos hecho tras el contratiempo del primer match. En estos momentos se demuestra la unión del equipo ante la presión”.
Sir Ben Ainslie, por su parte, felicitó a Luna Rossa y reconoció el error en la pre-salida. “Decepcionados con la salida en esta última regata”, comentó Dylan Fletcher, de INEOS.
Este miércoles están previstas dos pruebas más a partir de las 14,10 horas.
